La canción de las 15:01. Tiene algo imbatible el pop guitarrero. El bien hecho, claro. Flores de uranio, así, sin más, suena a contradicción, pero en el terreno musical suena a dos chicos y una chica, a Madrid y a pop del de siempre, del bueno.

La canción de las 15:01. Tiene algo imbatible el pop guitarrero. El bien hecho, claro. Flores de uranio, así, sin más, suena a contradicción, pero en el terreno musical suena a dos chicos y una chica, a Madrid y a pop del de siempre, del bueno.
La canción de las 15:37. Lo notaba. Desde primera hora de hoy, aunque mejor pensado, desde última de ayer. Necesitaba rock abrasivo, sucio, de ese oscuro que, por no dar, no da ni luz. Rocío Barrio y Pepe Hombre hacen justo eso desde Compostela. No se me ocurre mejor sitio para hacer cualquier cosa, rock abrasivo incluido. ¡Hazlo!, me gritaron. Y lo hice. Vaya si lo hice.
La canción de las 14:55. Mi religión me prohíbe dejar de compartir algo de lo que haga Jero Romero. A la espera eterna de su ansiado regreso, me conformo con degustarle en colaboraciones varias. Hoy, con los asturianos San Jerónimo (Jero será Jer´ónimo, ¿no?), el proyecto tranquilo y calmado de María y Nacho. Por cierto, ayer vi al toledano más ilustre desde la muerte de El Greco a la salida del conciertazo que nos regalaron los magníficos Rufus T. Firefly. Esta vez no le dije nada. Admiración silenciosa la llaman.
La canción de las 15:24. Recién comenzado febrero pensé que aún estaba en noviembre. Así de rápida se va mi vida e imagino que la de los demás. A este paso acabaré pensando en ese funeral al que cantan los valencianos Novembre Elèctric, con el brillante Yeray Calvo al frente, seguido por los no menos talentosos Rodrigo Domínguez, Sergio León, Bert Posada, Adrián Diaz-Caneja y Diana Erenas. Los acabo de conocer, pero me apetece seguirlos. En noviembre o en el mismo febrero que transitamos.
La canción de las 14:28. Elegí este “Día de mierda” en uno que, por ahora, no pinta demasiado mal. Más que nada por llevar la contraria y por no caer en el tópico. Veremos cómo acaba. Me gusta mucho esto de La Milagrosa, que, en realidad, no es un colegio, ni un hospital, ni una virgen, sino un tipo del que no logro saber absolutamente nada, aunque lo importante, por supuesto, es lo que canta: “Hoy es un día de mierda / no es lunes, pero / como si lo fuera“. Y así.