La canción de las 15:48. Tras días de música alterada; buenísima, pero alterada, un rato de tranquilidad para escuchar lo nuevo en solitario del valenciano Juan Belda, antes con Ciudad Jara, y de esa navarra de voz esplendente llamada Maialen Gurbindo, todo un sobresalto de mujer.
Autor: admin
Luz Futuro
La canción de las 15:02. Sin memoria nos quedamos en casi nada. Una moto, esa en la que yo me muevo por el incontrolable desastre que han vuelto a ser las mañanas madrileñas por ejemplo; una moto, digo, sin retrovisores es imposible de conducir. Miramos para atrás los que lo vivimos, pero también quienes no existían en aquel momento. El talentoso canario Daniel Benavides, Luz Futuro en los carteles, hace música del siglo pasado en este y eso siempre estuvo bien. Además, controla.
Naitinain
La canción de las 15:45. Ellos son cinco; nosotros, seis. Ellos nacieron en el 99; en ese año nosotros ya nos escapábamos a la zona vella de Santiago siempre que podíamos. Ellos, Álvaro, Unai, Pedro, Óscar y Carlos, montaron un grupo de nombre brillante e hicieron buenas canciones. Nosotros, no.
Mario Cyrus
La canción de las 18:24. Hay que tener talento para cantar bajo el nombre de Mario Cyrus. Hay que ser moderno, como el menda, para compartir poco más de dos minutos de ritmazo considerable. Descubro este Mario Balboa, lo nuevo de un murciano (otro) afincado en Madrid, se me van los pies y la cabeza y no quiero ni saber dónde van a parar.
Mustard
La canción de las 15:44. Soy yo, o cada vez se toma menos mostaza. Soy yo, o en este temazo de los redivivos Mustard creo reconocer algunas de las melodías y las voces de ese grupazo llamado Club del Río y de algún otro como los preciosistas Time for T o Aaron Rux. Soy yo, o la semana pasada pasé por encima del Tajo y del Duero, Tejo y Douro lo llaman nuestros hermanos, y ayer mismo, hice lo mismo sobre el Ebro. Debo de ser yo.
FERNANDOCOSTA
La canción de las 17:59. Desde que somos modernos, no hay dios que nos tosa. Cada vez más encantado de conocer lo estupendísimamente bien que suena el rap en castellano, ya puedo, incluso, destacar a mis favoritos. Por supuesto, AYAX Y PROK, los gemelos más duros, Esay-S, y hasta El Jincho, pese a sus últimos devaneos reaccionarios. Pero, por encima de todos, mi preferido es FERNANDOCOSTA, y no solo por mi condición de tocayo. Aquí, con otro que tal canta, Dollar Selmouni, dictando doctrina en el barrio. Esto es, haciendo lo que hay que hacer en el lugar donde hay que hacerlo.
Bonico
La canción de las 18:14. Pertenezco a esa generación ilustrada cuyos miembros, detrás del adjetivo bonico, no pueden por menos que añadir un del tó. Chanantes somos y chanantes moriremos. Seguro que también lo es Nicolás Cortes Moral, el líder de los granadinos Bonico, que me acaban de dar la alegría de la tarde. Es ahora, cuando parecen amainar las lluvias, ese mágico momento en el que descubro la canción que mejor banda sonora pone a este país desde hace 15 días. Se llama El motrileño y habla, por supuesto, del infecto Rubiales. Y, por supuesto, nada bien.
Cómo vivir en el campo
La canción de las 19:54. Sopesé llamar antes de preguntar; interesarme por si quedaba alguien por aquí. De primeras, lo descarté. De segundas, ni te cuento. Nunca ha habido casi nadie, ¿por qué ahora sí? Jamás había estado tanto tiempo sin compartir belleza en forma de canciones. Tuve tiempo, mas no necesidad. Me hice utilitarista tiznando mi piel, pero no dejé de escuchar música, básicamente porque en caso contrario, moriría en el nauseabundo fango que, de cuando en vez, nos rodea. Sin embargo, en uno de esos ratos mágicos, copilotando por el paraíso, muy cerca del mar, recordé que no había ponderado lo suficiente esta joyita de mis cada vez más admirados Cómo vivir en el campo. Y con ello, pensar en algo que nos haga estar bien, algo que nos haga felices. Sin más, sin menos.
Mishii
La canción de las 17:43. ¿Qué puedo hacer? canta, en inglés, el catalán Martí Ishii, conocido en el mundo del rap, es decir, completamente desconocido para mí, como Mishii. ¿Qué puedo hacer? en perfecto castellano, resuena en mi cabeza. Habrá que responder pronto, que luego cierran.
DM
La canción de las 17:50. Podría ser Dios mediante, dame más, incluso dame menos. También Dios mío, descansa mucho, donde María, distancia media y hasta Depeche Mode. Podría ser ¿por qué no? Don Manuel desde aquí, desde Madrid. Pero no, D es Diego, el cantante de Veintiuno, un tipo musicalmente superdotado, que tiene pinta de hacer casi todo bien. M, por su parte, es Mónica Carrillo, una mujer que parece hacer bien eso hasta lo que Diego no es capaz. Ambos se han juntado para hacer este Ni te imaginas a pachas. Mónica se atreve a cantar y, como no podía ser de otra manera, tampoco lo hace nada mal.