31 de agosto. Valeria Castro

La canción de las 18:45. Dejar que suene el aleatorio, que nunca lo es del todo, pero bueno, de Spotify, puede ser una caja de sorpresas. Alguna, desagradable, no tiene lugar aquí. Las buenas, sí. Y las mejores, más. Como tropezarme con la canaria Valeria Crespo y sus magníficas versiones. Con piano y guitarra se atrevió con, probablemente, la mejor canción de la bellísima historia de Vetusta Morla: Copenhague. Y la chica, para qué andar con bobadas, lo rompe.

29 de agosto. Fetén Fetén y Guitarricadelafuente

La canción de las 12:26. No puedo disimular mi admiración por Diego Galaz y Jorge Arribas, burgalés y vallisoletano, artesanos de la música popular y orfebres del arte con mayúsculas. Su unión en Fetén Fetén no conoce fronteras ni conjugaciones musicales. Su nuevo disco contará con colaboraciones que van adelantando de a poquito, como todo lo sabroso. Escuché hace unos días la última conocida. Esa fantástica que les une al portentoso Guitarricadelafuente, tan habitual ya de este modesto blog de música e ilusiones, que parece de la familia. Para colmo de bienes, para cerrar el perfecto círculo virtuoso leo que este Límite está inspirado en un ajechao salmantino, tan típico de la mágica zona del Rebollar, donde tocan el pandero cuadrado y hablan de esa manera que solo ellos saben hacer. Todo bien.

28 de agosto. Luis Gil

La canción de las 18:51. Cuando yo era más joven aún que ahora escuchaba, de vez en cuando, en Radio Nacional, el llamado servicio de socorro. No había móviles y había gente a la que, generalmente por motivos luctuosos, se necesitaba encontrar. Y funcionaba.

Pues bien, hace un ratito me ha entrado la necesidad de encontrar a Luis Gil. Básicamente, porque canta muy bien y me gustaría decírselo. Mientras, lo comparto por aquí a ver si alguien me ayuda a encontrarlo. “… Volveremos a ganar la Liga en marzo…”.

26 de agosto. Tirano

La canción de las 21:57. Descubro, satisfecho, que aún hay grupos que cuidan los medios tiempos, con solos para guitarra incluidos. Les alabo el gusto. Por aquello de ir contracorriente, sobre todo. Tirano es un quinteto valenciano que hace canciones entre, dicen, efluvios de perfume y whisky. Para este fantástico Polvo seguro que han contado con uno y con otro. Y también, claro, con la maravillosa voz de Miguel Ángel Escrivá, de los ya conocidos y nunca sobradamente admirados Santero y los Muchachos.

25 de agosto. Plutón es un Planeta

La canción de las 21:49. Ataco de noche porque el mar portugués me atrapa y, sobre todo, porque traigo una canción noctámbula. Resulta que durante el confinamiento María Solá, la preciosa voz de Jordana B., y Álvaro Surma, de los hiperactivos Niña Polaca, decidieron fundar un nuevo proyecto musical. A la hora de elegir nombre llegaron a la conclusión, id vosotros a saber por qué, de que Plutón es un Planeta sería lo mejor. Como eran pocos, decidieron colaborar con los alicantinos Afternoon Hound Dog y les quedó de lo más bonito.

23 de agosto. Besmaya

La canción de las 15:06. El último día de 1999 yo estaba esperando el fin del mundo moderno en la redacción de un provinciano periódico de provincias. Se decía que los ordenadores no podrían afrontar el cambio de siglo y que todo se iría al mismísimo carajo. Sucedió 21 años después; no lo de los ordenadores, sino lo del mundo. En aquel último día de 1999, el barcelonés Javier Echávarri y el donostiarra Javier Ojanguren tenían meses de vida. Amigos desde los 3 años, ahora hacen música juntos. Y se empeñan en endulzar la sobremesa dominical con este evocador Donosti.

22 de agosto. Paula Cendejas

La canción de las 12:28. Será este el primer bolero que por aquí se pasa. Empieza como si Los Panchos se pusieran a cantar a ese reloj que no marcaba las horas y concluye del mismo modo. Acierto total. Paula Cendejas es una joven madrileña que canta indudablemente bien. Aquí se hace acompañar por el ubicuo C. Tangana, que hace otra cosa, pero bien también. La combinación se hace irresistible para modernos instagramers y fantástica para oídos refinados.

21 de agosto. Anabel Lee

La canción de las 20:56. Es tarde. Hora perfecta para mezclar. A Radio Futura con Los Planetas, primero; a estos últimos con Carolina Durante después. El año pasado, en algún lugar de Cataluña, Borja, Víctor, Perdi y Jordi decidieron formar un grupo punk. Buscaron un nombre para que en todas las entrevistas les preguntaran por él. Lo escribieron mal, Anabel Lee, con una sola N, pero consiguieron que todo el mundo pensara en Allan Poe (los listillos) y en Radio Futura (los otros). Los más jóvenes, a una chica lectora. Ahora se han decidido a versionar ese temazo de Los Planetas llamado Canción del fin del mundo como si fueran los Carolina Durante y les ha quedado aún mejor. Listos son un rato.

20 de agosto. Pablo Wilson

La canción de las 17:40. Voy a innovar. Como es más fácil escribirlo que hacerlo, ya lo hecho; por si acaso luego me arrepiento. Hoy compartiré ¡dos! canciones. Son del mismo tipo, entendiendo tipo por chaval, no por clase o condición. Porque, efectivamente, son bien distintas. Nadie conocía a Pablo Wilson antes del confinamiento. Ahora, tampoco os creáis que mucha gente, pero para eso estoy yo. De Badajoz y residente en Madrid, os comparto su última, y doble, creación. Una, por curiosísima: La niña rarita de Stranger Things, en honor a la fantástica serie.

Otra, por buena, por su estupendo título, La nueva barbaridad, y porque no sabía yo que los milenials tenían también a su propio Nacho Vegas.

Hasta aquí, mi aportación al terreno de la innovación. De ciencia ya hablamos otro día.

19 de agosto. BROEM

La canción de las 18:53. En esto, que comienzas a escuchar una canción desconocida y, casi al momento, sabes que es la que andabas buscando. En esto, que te tiras casi cuatro minutos rogando por que aquello no cambie, por que no vaya irremisiblemente hacia abajo, por que no suene a lo de siempre. Y, por contra, en este (paréntesis) todo se eleva, sin límite y acaba con vientos imperiales y con aquello de “… llevar la cabeza alta me empieza a pesar”. El autor, anotad please que os conozco y luego se os olvida, es un chaval de Viladecans llamado Aitor Andón. Con raíces en la música urbana, su proyecto es BROEM. Buen nombre para nunca olvidar.