La canción de las 10:57. Ayer por la noche me fijé en la luna. Estaba todavía muy pequeñita, casi mínima. A su lado, un montón de estrellas. Una de ellas brillaba mucho más que las demás. Y supe que eras tú. Y en ese momento, justo en ese mismo momento, en mi cabeza sonó unas de las mejores canciones de toda la historia de la música. También, cómo no, para ti.