18 de agosto. Eva McBel

La canción de las 19:19. Hace unos meses, cuando veíamos rostros completos por la calle y sonreíamos mucho más, escuché cantar en la capital a una jovencísima zaragozana a la que de nada conocía. Lo hacía tan bien que pregunté su nombre. Con el ruido del garito, no lo entendí. Ahora sí. Ahora lo entiendo todo. Se llama Eva McBel y se estrena con este precioso Little Boy.

17 de agosto. Aullido atómico

La canción de las 19:59. Soy mucho más del inocente El que la sigue, la consigue que del dañino Si quieres, puedes. Ambos son mentirosos, pero solo el segundo trastorna mentes hasta el desequilibrio y la frustración. Hace diez días, montado en un fantástico coche de mujer, escuché esta canción. Con aquello de la traspapelada programación veraniega, acerté a adivinar el nombre del programa, pero ni rastro de los intérpretes ni del título de la canción. Los tres ocupantes del auto, ella, él y yo, escuchamos y pensamos que aquella voz era lo más parecido a German Coppini, o sea Golpes Bajos, que habíamos oído últimamente. Días después, opté por seguirlo, y con suerte, lo conseguí. Los valencianos Quique Gallo, Jussi Folch y Don Rogelio, a la voz, son Aullido Atómico. La canción, fantástica, Camarada, dedicada a las mujeres guerreras. Ahora que los conozco, no pienso soltarlos.

16 de agosto. Rigoberta Bandini

La canción de las 20:10. Cuando tenía el alma llena de heridas, el mar me curaba. Ahora, cuando con todas las señales de precaución encendidas tengo menos urgencias, me sigue sanando. De vuelta del mejor mar, el gallego of course, regreso al gusto por la música. Por la nueva y la arriesgada. Rigoberta Bandini no existe. Es el alter ego que emplea la actriz y escritora barcelonesa Paula Ribó para dar rienda suelta a su otro arte. Este novedosísimo In Spain we call it Soledad me sirve para ser bienvenido en mi propio hogar.

7 de agosto. Ya lo creo

La canción de las 13:45. No me quiero imaginar la cantidad de veces que le habrán dicho a Carmen, la vocalista de Ya lo creo, que su voz es clavada a la de la gran Ariadna Paniagua, la hierática intérprete de Los Punsetes. Voy a hacerlo yo también, pero como elogio puro. Carmen forma, junto a Paulo, un dúo decididamente adictivo. En este Rancio, pone a parir a un tipo, novio de una amiga, que es un horror. La vida misma.

5 de agosto. Xosé Lois Romero e Aliboria

La canción de las 12:29. Quizás porque mi inacabada adolescencia sigue jugando en su playa, empiezo a oler a Galicia y a mar. Allí está el paraíso, ese lugar al que siempre quiero volver y del que nunca sé por qué me voy. No contentos con tener todo, su riqueza musical es bárbara. Y eso, ya sabéis, a mí me encanta. De lo último que me llega de allí, lo nuevo de Xosé Lois Romero, un discazo hecho solo a base de percusión, sin una sola gaita, y de voces femeninas, las del grupo Aliboria que, por cierto, me recuerdan a aquellas magníficas finlandesas de Värttinä. Comparto hoy esta Muiñeira de Ons, otra vez Ons, y respiro.

4 de agosto. Pole.

La canción de las 13:31. No se me ha ido un punto de más. Es que Pole es Pole. Pole y punto, vamos. Hasta hace un rato no lo conocía, pero veo que algunas masas sí. Sé que es de Toledo y que en este novísimo Camerino se le ha ocurrido la brillantísima idea de combinar rap con el funky más bailable. Y de la prueba sale con matrícula. Y punto.

3 de agosto. Marialluïsa

La canción de las 13:46. El sol da un tregua y todo es mucho mejor. Es el mismo de ayer, pero con menos saña. Necesito canciones tranquilas. Y, por supuesto, las encuentro. Me tropiezo con un grupo catalán llamado Marialluïsa y automáticamente pienso en la manía que tienen por allí arriba, al estilo de los imprescindibles Manel, de llamar a sus grupos como ellos no se llaman. Los de hoy son cuatro, y chicos, por lo que imagino que la denominación del grupo tiene que ver más con el nombre de una planta que hasta ahora desconocía y no con el de una señorita que tampoco tengo el gusto. La voz de Pau Codina, rara, me atrapa. Quizá sea por eso.