La canción de las 14:13. Me pirran (qué verbo más molón) las versiones. Es sabido. La catalana Amanda Álvaro ya pasó por aquí hace un tiempecito y hoy vuelve de la mejor manera imaginable. Con su reinterpretación de la mágica ¿Qué nos va a pasar? de los nunca bien ponderados La Buena Vida. Y es, como la original, muy preciosa. ¿Qué qué nos va a pasar? Con esta música, algo bueno, seguro.
Mes: PMñ2024 f12252024-02-15T14:12:25+01:00pmjueves
El Antisocial
La canción de las 14:14. Por fin, alguien que me representa. Álex Martín es El Antisocial. Como yo, pero cantando.
Campo Grande
La canción de las 15:23. Nací en Salamanca y me crie despreciando, cuando no odiando, a Valladolid. Aún siguen así allí. Más pequeños cada vez, presenciando, llenos de desprecio cuando no de odio, como aquello otro se hace más grande. El Campo Grande es el parque más chulo de Valladolid. Celebré allí comuniones y decenas de encuentros familiares. Con los años, celebro escuchar música. La de esta chavalada pucelana que no suena nada mal.
Shanghai Baby
La canción de las 14:28. Mintió aquel (o aquella ) que dijo (o dija) que sobre gustos no había nada escrito. Hay mucho, bueno y malo, pero mucho en realidad. Nunca me atrajo demasiado la música de The Hinds. Admiré, pelín extrañado, su éxito planetario, pero jamás conecté. Me ha bastado una canción de su bajista, Ade Martín, para que ya me guste Shanghai Baby, su proyecto en solitario. Veis como si hay mucho escrito sobre gustos.
Yo somos
La canción de las 14:05. Yo somos. Discordancia de número. Primera persona, la del singular, primero, la del plural, después. Tres músicos valencianos suficientemente experimentados, Quique Gallo, Xema Fuertes y Cayo Bellveser, se han unido para pasarlo bien. Ambición ninguna, diversión toda. Necesitan muy poco para lograrlo. Bravo por ellos.
Carolina Otero
La canción de las 15:32. Leo que La persistencia de la memoria, uno de mis cuadros favoritos de la vida, es enano. Lo leo, en realidad, para confirmar lo que vi un día al otro lado del charco. No mucho más de un palmo de largo; poco menos de palmo y medio de alto. Dalí tenía esas cosas. Puede que yo sea persistente. Me gusta la gente así. La poeta valenciana Carolina Otero también lo es. Hace mil años me la encontré cantando pop luminoso en inglés. Ahora, tiempo después, la reencuentro en excelente castellano y en la misma compañía, la de The Someone Elses. Y es una alegría casi más grande que haber visto, aquel día y desde muy cerquita, el cuadro de marras.
Mariana També
La canción de las 15:27. Afortunadamente, ahora lloro mucho más de emoción que de pena. Pero lloro, claro que lloro. Mariana També, jovencísima catalana de origen venezolano, també.
The Waves
La canción de las 17:59. Este es un aviso (serio) para Guillermo Borrás. Si en algún momento de su reciente existencia musical se ha sentido perseguido, le pido perdón. Sinceramente. Si, en alguna que otra ocasión, ha mirado hacia atrás convencido de que una sombra le seguía, insisto, mil disculpas. Fui yo. Ninguna intención tenía. En todo caso, la culpa es suya: no haber hecho, y seguir haciendo, música tan buena. Lo encontré hace años con Lia Gilbert en aquello tan molón de Lili’s House; volví a tropezar con él, algo más psicodélico hace menos tiempo, con The Wheels y hoy mismo, me reencuentro con su americanísima música. Su nuevo nombre, casi lo de menos, The Waves. Percutir lo llamaban en rugby y los paletos del fútbol, como tantas cosas, se lo apropiaron usándolo mal. Que le pregunten a Guille Wheel si eso.
Caracazador
La canción de las 14:14. Referencias. ¿Qué haríamos sin ellas? Yo, particularmente, casi nada. Me paso el día relacionando, sin el me final, que arisco y sieso sigo siendo un rato. Escucho cantar, por primera vez, al gaditano Pablo Pérez Real. Se hace llamar Caracazador y mi cabeza se va directamente a aquella maravilla de los tristemente desaparecidos Hola a Todo el Mundo. Presenta hoy una preciosa canción titulada Casamurada y, al momento, pienso en varios discazos grabados en aquella masía musical catalana. Veo que a Pablo lo “apadrina” Zahara y venga más referencias. Una vez de vuelta, disfruto.
Pálida Tez
La canción de las 14:16. Tienen arte en Albacete. Para hacer el mejor humor del mundo y para dejar rastros de música buenísima. Innumerables ejemplos existen por este blog que un más que agradable paseo musical puede demostrar con creces. También llaman bien a lo que hacen. Los jovencísimos Samuel, María, Manuel y Elena son Pálida Tez y se nota de donde vienen. Incluso con una versión de Bad Bunny. Mérito tienen.