La canción de las 14:11. Solo a los santos se les tiene devoción. Para las santas no hay ni 8M ni nada. Nunca fue santa de mi devoción la música de El columpio asesino. Como cualquiera, he saltado al ritmo de su Toro magnético, pero poco más, salvo aquel brillante Preparada de hace unos añitos. Pero no discutiré su potencia. Ahora, que acaban de anunciar que se separan dos décadas después, han tenido la fantástica idea de retomar estas Perlas y entregárselas a Pucho, el estupendísimo cantante de Vetusta Morla, a quien, dicho por ellos, le queda como un guante hecho a medida. No seré yo quien les lleve la contraria.