La canción de las 15:18. Cuando yo conocí a las Lisasinson eran tres y se querían ir a Barakaldo. Años después, parece que el asunto se ha quedado en un dúo, Miriam y Paula, jovencísimas valencianas llenas de talento y desparpajo. Han aprendido y se nota. En este recientísimo Cuchillos dejan gramos de punk y una frase para los siglos: el drama, por whatsApp, es cien veces peor. Alguien tenía que decirlo. Y han sido ellas.
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Ernest Crusats
La canción de las 14:48. Hago repaso y pienso en qué hacía exactamente cuando estaba sano y qué dejé de hacer para que mis defensas me abandonaran por otro. Y, entre bobadas, vi la luz. Ahora comparto poca música en catalán, mucha menos que antes. Combatiré la malatía (vaya palabro, eh), con alguna preciosidad de las numerosas que hace, guitarra y voz, fantástica guitarra y espectacular voz, Ernest Crusats. Al que fuera líder de La Iaia le entiendo entre regular y todo, si me fijo en la letra o si, por el contrario, en ella me dejo de fijar. Ya estoy más sano.
Florent y yo
La canción de las 14:33. Iba a escribir algo de pilotos y planetas, pero ya veía yo por dónde iba a acabar esto. Me limitaré a constatar que Florent Muñoz, el mítico miembro fundador de Los Planetas y de Los Pilotos, ha de ser culo inquieto porque no para. Ahora, se ha lanzado en solitario, Florent y yo, vamos él y él mismo, también cantando y la verdad es que este primigenio Aquí paz y gloria no desmerece nada de lo glorioso que ha hecho con Jota y compañía. Deseando escuchar el disco entero porque el adelanto merece la pena.
Toldos verdes
La canción de las 14:20. Si yo no soy nada ofensivo, ¿por qué me quedo sin defensas? Me quedaba una, con la que ya había entablado una más que prometedora amistad, pero llegó la fiebre y mandó parar. Nochecitas toledanas, qué gran concepto. Y todavía llegan estos cuatro chavales que se hacen llamar Toldos verdes y me preguntan cómo me siento.
Fútbol fantasma e Isatofu
La canción de las 15:44. Vivo aún, absolutamente encantado y feliz, en el concierto que el viernes nos regalaron Ángel Stanich, sus cuatro secuaces habituales y el montón de brillantes colaboradores que subieron a aquel escenario para convertir una noche más en otra para el recuerdo eterno. Vivo aún, digo, y de allí no me apetece demasiado salir. Pero como me debo a mi público, escojo un proyecto musical random, que dice ahora la chavalada ilustrada haciéndome regresar a aquella tecla del Spectrum 48, y llego a Fútbol fantasma, un chico llamado Pablo, al que felicito sinceramente por el fabuloso nombre elegido. No sé si también por haberse pillado una infección con la cantante y periodista Isatofu. A lo mejor, sí. Por cierto, ¿conocerán a Stanich?
Juancho Marqués e Iván Ferreiro
La canción de las 14:45. Desde que alguien querido me habló de su existencia, me gusta casi todo lo que escucho de Juancho Marqués. Antes de convertirme en esponja, no me habría ni tan siquiera acercado a la música de este sevillano de indudable talento. Ahora, ya transformado en peculiar Scotch Brite, solo pienso en lo que me habría perdido. Hoy mismo, y con la colaboración del más brillante de los ubicuos, el grandísimo Iván Ferreiro, ha lanzado El Faro. Otra muesca más en sus revólveres. Y en el mío.
Mare Carrier
La canción de las 15:24. Salva es murciano, lo que supone, empíricamente demostrado, que tiene muchas posibilidades de ser buen músico. Estudiante de Medicina, lidera una banda llamada Mare Carrier, que suena tan fresca como necesaria. Varias veces me han partido la boca / y con razón / siempre he sido bocazas / y cabezón, canta. Titular su disco Muchachada puntúa alto y colaborar con otros murcianos de bien, más. En esta canción Salva se junta con los Aló, presidente, a los que hoy solo presento en espera de un encuentro más profundo más pronto que tarde.
Comic Sans
La canción de las 15:45. Pocas cosas tan maltratadas como la Comic Sans, la fuente tipográfica odiada por nueve de cada diez diseñadores; el otro huyó y aún se le está buscando. A mí no me disgusta tanto, es diferente. También lo es la música de este cuarteto de San Sebastián, Álvaro, Iker, Endika y Jontxu, que no parecen muy enterados de la dulzura celestial de aquel mítico Donosti Sound. Son distintos. Como la Comic Sans.
Coego
La canción de las 15:31. Justo antes de que Djukic marrara aquel penalti se fue la luz en el restaurante en el que estábamos. Estaba, cómo no, en Galicia. Mi hermano y Bego se acababan de casar, todos éramos felices y algo divino intervino para que no fuéramos testigo de aquella debacle tan injusta como irreal. De un desastre semejante pocos se levantarían. El querido Deportivo, el mejor de todos ellos. Ahora, un hijo pródigo llamado Lucas y apellidado Pérez ha regresado para sacarlo del fondo del pozo. Lo hará. Arturo Coego también lo cree. A falta de goles, él colabora con este potentísimo Nos van a ver volver: De entre los muertos, con sed de venganza. Humo azul en el imperio del Norte. Pues eso.
Antiplancton
La canción de las 15:32. Tendría que haberme cogido la baja. Nunca lo hecho; alguna vez tendría que ser la primera. Mis habituales tapones me han vuelto a visitar. Siempre empiezan por el derecho, por el actualmente no oigo ni papa, y después, lentos pero seguros, se van pasando al izquierdo, única vía de mínima escucha en el momento en el que este escribo. Con semejante limitación, quizá podría haber descansado hoy de esta manía mía de descubrir belleza y, al instante, compartirla. Básicamente porque antes de eso, he de escucharla. Lo buena que tendrá que ser esta canción de los tinerfeños Antiplancton, buen nombraco, sí señor, para que, aún a medias, os la regale así, sin pedir nada; si acaso, un buen jeringuillazo de agua tibia para recuperar el sentido.