Violeta Tello Grau

La canción de las 17:58. Nombre y dos apellidos. Sí, señora. Para qué buscar una denominación extraña pudiendo bautizar tus obras con el nombre que aparece en el Registro Civil. De nada conocía a esta musicóloga barcelonesa, pero ahora voy a seguir su pista. Este originalísimo Aku Cinta Kamu ha roto mi tedio buscado de viernes por la tarde y eso tiene mérito. Ojito que la propia Violeta dice en sus redes sociales que ese biensonante trinomio significa, en román indonesio, Yo, Amor, Tú. Pues eso.

Laborde

La canción de las 18:27. Desconozco si la borde es la valenciana Miriam, cantante de las Lisasinson, que no creo, o si Laborde es apellido o similar. Sea como fuera, esta tarde me he sorprendido moviendo los pies con su última colaboración (iba a escribir colabo, pero pen que no es bue acor pala para aho no sé qué) con Dani, otro valenciano al que tampoco sé por qué llaman Leftee. En cosas como este No te vayas aún están muchos jóvenes actualmente. Estaría bien que lo fuéramos sabiendo.

C. Tangana y Andrés Calamaro

La canción de las 17:20. Yo no quería, pero si he de seguir compartiendo por aquí canciones del ubicuo C. Tangana, que así sea. Ayer estrenó nuevos temas, uno con el grandísimo Jorge Drexler y otro con el gigante Andrés Calamaro. Me quedo con este segundo, aunque solo sea para constatar lo buenísima que es la mala droga para hacer canciones. Calamaro, que quede claro aquí y ahora, fue dios; mejor dicho, Dios. Honestidad Brutal y Alta Suciedad son de lo mejor escrito jamás en castellano. En esta colaboración con C. Tangana (aka El Madrileño) canta, además, aquello glorioso de Tengo un cohete en el pantalón, que el propio Calamaro escribió para uno de sus primeros grupos, Los Abuelos de la Nada, y que descubrí hace tantos años en aquel mítico Grabaciones Encontradas. Mil horas se llamaba y recordarla por cualquier motivo, incluido este, es fantástico.

Anouck The Band

La canción de 19:55. Una jovencísima valenciana con nombre francés y cantando en inglés. Una voz fantástica la de Anouck Peris, ideal para ese típico rock que, de cero, crece hasta lo más alto. Después de tiempo tocando en solitario, se ha rodeado de unos tipos que tocan más que bien. El resultado, por ejemplo este poderoso Never Grow Old, es mucho más que notable.

Nonak

La canción de las 13:33. Solo se me ocurre que Nonak es Kanon al revés; mas no perderé demasiado tiempo en saber por qué el malagueño Adrián Romero comparte su indudable talento con el mundo bajo ese extraño nombre. Me centraré en la sonoridad de sus temas y que es el propio Adrián quien compone, canta, toca y produce todo lo que suena, por ejemplo, en este bien hermoso Las flores de tu jardín.

from

La canción de las 18:40. El trabajo os hará libres, decían los malditos nazis, esos que ahora registran joven apoyo tarado. No lo creo, pero sí que aseguro que el trabajo te impedirá compartir canciones. Después de un par de días de imposibilidad, esta tarde me lanzo con una adorable rareza. Es este Otoño, lo nuevo de Fernando Romero, que musicalmente se bautizó, con cierta gracia, como from y que cuando le preguntan dice: I come from Asturias. Hace solo unos días pasaba por aquí como componente de los maravillosamente viejunos Santiago La Barca. Y hoy regresa. Ha de ser bueno.

Valira

La canción de las 19:23. Poco supe de aquel seguidísimo grupo llamado La Raíz, aunque por aquí pasaron también con uno de sus himnos generacionales. Diría, en todo caso, que el nuevo grupo de su guitarrista Juan Zanza, Valira, me llega más. Al menos, por lo escuchado hasta ahora, especialmente este Algo invisible, pero claro, contar con la colaboración de la grandísima Izaro, es siempre garantía de acierto.

Marjei

La canción de las 18:42. Ahora resulta que los millennial también saber hacer pop. Y del muy bueno. Marjei es un dúo de chavales de Madrid que dicen entregar “amor millennial x fascículos“. Mi única recomendación habría sido esperar a septiembre, que es cuando lanzan todas esas colecciones que anuncian por la tele y nadie completa. Musicalmente, nada que decir. Solo disfrutar.

Santiago La Barca

La canción de las 13:43. En época de novedades cibernéticas, autotunes y bases programadísimas, hay gente que hace canciones viejas. Y, cuando menos, da gustito. Un ejemplo es Santiago La Barca, grupo resultante de la combinación de miembros de formaciones a las que ya les gustaría ser minoritarias, como Autoescuela o from. En domingo, nada mejor que un estribillo que diga: “… dices que hoy / me has venido a salvar / pero a mí / no me va a salvar ni Cristo…“. Así son estos chicos.