15 de julio. Mon Band

La canción de las 14:22. No, no estoy de vacaciones, aunque bien pudiera parecerlo por mi prolongada ausencia musical. En adelante, trataré de que no se note tanto. Comienzo semana y quincena estival con otra colaboración de Iván Ferreiro. En este blog de música e ilusiones, y de más de 1.500 canciones, es más fácil sacar una lista de piezas en las que no participe el enorme gallego de Val Miñor que las otras. Exageraciones aparte, es siempre un placer que él esté por aquí. Ahora acompañando a Mon Band, actual experimento musical del vigués Mon Cancela. Suena fantásticamente bien este “Química brutal“. Ellos dos, Iván y Mon, la tienen, es evidente.

11 de julio. Cine Nuria

La canción de las 15:45. Recuerdo los cines de mi infancia. Tanto a los que entraba como, incluso más, aquellos a los que solo me asomaba. Hay menos ahora. Vemos las cosas en otros formatos. Supongo que el Cine Nuria existirá en alguna localidad de la comarca barcelonesa del Maresme. Allí hacen música Fernando Herrero y Leo Rey. Canciones que suenan a lo mismo, a eso que tanto me gusta.

9 de julio. Roger Sincero & Adriana

La canción de las 15:54. Pese a lo que pueda parecer, no debe ser nada fácil componer una canción que bien pudiera sonar en cualquier capítulo de Friends. Sergio Cerro, uno de los componentes de los míticos The Happy Losers, lo ha hecho. Eso sí, con su versión mejorada, esa en la que se hace llamar Roger Sincero, y la buenísima voz de Adriana Navarro, a la sazón sobrina de Sergio y que cuando cantó esto solo tenía 15 años. De ahí el título.

8 de julio. Sugarcrush

La canción de las 18:43. Como aquel otro, descansé al séptimo. También, es verdad, el sexto, pero la excusa valió la pena. Regreso en lunes caluroso con la canción del verano. Sí, sí, ya sé que acabamos de empezar julio y que es demasiado pronto para definirlo de manera tan categórica. Pero ninguna duda tengo. Pinchad, por favor, cuanto antes en “Los Festis“. Grupos que son una mierda en festivales que no son otra cosa. Sugarcrush son de Ciudad Real y se consideran precursores del Trans-yeyé. Con eso está dicho casi todo.

5 de julio. Tucho & Sofía Buckingham

La canción de las 11:56. No me llamó quien me tuviera que llamar por los caminos de Dylan. Falté a esa clase. Mi hermano el pequeño insiste en que él está detrás de casi todo y, como tanta gente a la que admiro dice más o menos lo mismo, algún caso tendré que hacerles. Dos de esos rendidos dylanianos acaban de participar en un disco con versiones de algunas de sus canciones más notables. En este fantástico “Billy 4″, de la banda sonora de “Pat Garrett y Billy the Kid“, conviven Tucho y Sofía Buckingham. A él le conozco porque Salamanca nos une desde sus tiempos en Lex Makoto. Ella, puro talento arrollador de veinte años, canta como los ángeles, si es que los ángeles llegaran a plantearse cantar en algún momento. Para colmo de bienes, cuando me ve por la calle, me saluda. No puedo pedir más.

4 de julio. Los Largos

La canción de las 14:32. Tiene mi admirado Javier Monserrat el demonio del pop bien hecho metidísimo en el cuerpo. Afortunadamente, no es egoísta y en cuanto puede lo saca fuera. Lo hizo en su momento con su grupo homónimo y, por supuesto, también con los geniales Rusos Blancos. Javi y sus amigos regresan con nuevo proyecto, ahora se llaman Los Largos, y su primera canción me da el mismo buen rollo de aquellas que me suenan a las de James. Es lo que tiene el talento popero.

3 de julio. NEVVER

La canción de las 14:34. NEVVER (imagino que en castellano sería NUNNCA) es una de las últimas revelaciones de la modernísima música urbana nacional. Y es justo eso, modernísima música urbana. Y yo, semimoderno amante de la música y urbanita recalcitrante, aprecio mucho estos “Malos hábitos”. Javier Aparicio, Borja Aranda y Raúl Serrano hacen buena música desde aquí al lado, desde Getafe. No me extraña que sean tan urbanos.

2 de julio. Dracma

La canción de las 15:25. La combinación entre la antigua Grecia y la modernísima Murcia me lleva a soportar mejor el veraniego calor reinante. Nunca lo agradeceré lo suficiente. Si se toma la antigua moneda helena y se pasa por el cibernético tamiz del productor murciano Jesús Marchena llegaremos a Dracma, un proyecto tan personal y arriesgado como brillante y refinado.