La canción de las 12:59. ¿Qué pasa cuando a unos cuantos tipos ya talluditos les da por hacer lo que les da la gana y disfrutar con ello? Pues, más o menos, pasa esto que se llama “Saber perder”, que cantan unos malagueños llamados Santos de goma y que, mira por dónde, me ha alegrado la calurosa mañana sabatina. Si a vosotros al oírles y verles os pasa más o menos lo mismo, mejor no pedir más.
Mes: AMñ2013 f59342013-07-13T10:59:34+01:00amsábado
12 de julio. León Benavente
La canción de las 14:14. Entre León y Benavente, Valencia de don Juan como mucho. Pero también, mucha música y muy buena. Tras el críptico nombre de León Benavente se esconden componentes de otros grupos nacionales, incuido el personalísimo Abraham Boba. Va de nombres la cosa. Sed valientes y combatid el calor con música refrescante.
11 de julio. Yolanda Yone
La canción de las 11:20. Gracias a la única radio que se puede escuchar en este país, me encuentro con Yolanda Yone, con su amabilísima voz y su innegable talento. Regusto por dejarse sorprender cada día, por respirar, por sentir, también por adivinar.
10 de julio. Tórtel
La canción de las 14:00. Descubro a estos tipos llamados Tórtel gracias a la masiva ingesta auditiva de su pequeña joyita “Entusiasmo”. Llegan desde Valencia y su música, también, me transmite buen rollo. Algunos tachan este blog de triste y lastimero. Si la belleza es triste, seamos tristes, pero si no, quitémonos máscaras y caretas y disfrutemos al son de este fantástico “El héroe del río”. Larga vida al buen rollo y a este modesto muestrario de música e ilusiones.
9 de julio. Algunos hombres
La canción de las 13:00. Hay algunos hombres que son, muy pero que muy buenos. Hoy no hay vídeo complementario porque esta chavalada originaria de Pozoblanco no disponen de ello, pero sí de talento. Y a raudales, por cierto, como bien se puede comprobar en este “El chaval de negro”, que me mola mogollón. Ya está. Lo he dicho, y lo que es mejor, lo he escrito.
8 de julio. Manel
La canción de las 11:50. Sí, sí, otra vez Manel. ¿Y qué? Lo bueno, si mucho, dos mil o tres mil veces bueno. Y ¿por qué otra vez? Porque los volví a ver, porque me vi de nuevo cantando a voces letras en un idioma que no entiendo. ¿Puede haber algo más bello? Seguro que no. Emoción a raudales, vellos de punta, goce sublime como solo la música puede ofrecer, toneladas de sensibilidad con todo el sentido del mundo, notar que el aquí y el ahora es mucho mejor que el allí y el después. Son Manel y no es uno, sino cuatrino. Probablemente, lo mejor que se puede escuchar a esta hora de la mañana y a aquella otra de la tarde, porque a esa, como este sábado, de la noche, no tienen rival ninguno. Contando los días para sentir lo mismo, o mejor, de nuevo.
5 de julio. PLV Havoc
La canción de las 13:43. Traigo hoy a un interesante señor donostiarra con nombre raro pero sin tx alguna. Canta a “Darwin”, con un habitual de este blog de música e ilusiones, Nacho Vegas, cada vez más imprescindible por otra parte. Y, cómo no, también me gusta. Seguro que lo mismo que a alguno de vosotros. Escuchad y disfrutad.
4 de julio. Pony Bravo
La canción de las 16:00. Aquí y ahora, lo digo. No entiendo como puedo haber soportado mi existencia sin conocer la de esta canción de Pony Bravo. Aún no sé si me gusta más este Político Neoliberal o el descacharrante vídeo que lo ilustra. De Sevilla tenían que ser y herederos directos de los gigantescos Chanclas parecen. Todo un lujo a nuestro alcance. Recordad pequeñuelos: “Y hago lobby, lobby, lo vi robar, lo vi robar”.
3 de julio. Son Volt
La canción de las 11:55. Tiene el country moderno ese toque de bienestar y complacencia que lo hace único. No es, ni de lejos, la música que más me conmueva, pero pocos estilos mejores para ciertos momentos del día. El grupo en cuestión se hace llamar Son Volt y su sola escucha me deja la sonrisa mucho mejor de como me la encontré esta mañana. Y esos violines, ay esos violines.
¿Bailas?
2 de julio. Refree
La canción de las 10:20. Detrás de Refree está Raül Fernández, seguro que un buen tío. Lo que sí sé es que hace buenísimas canciones y que eleva a la categoría de norma indubitable aquello de que lo breve, si bueno, deja más espacio para lo mejor. Escuchad y muy probablemente me daréis la razón.