La canción de las 16:13. Uno de los mandamientos no escritos, o a lo mejor sí, vete tú a saber, del punk de siempre, es que hay que recetar trallazos breves. De eso saben mogollón Maite, Raquel, Irene y Aroa, cuatro chicas que se juntaron en Madrid para hacer pelotazos de corta duración y larga vida. Hasta ahora, eso sí, nada tan brillante como este muy adictivo Vicente Amor, con vocabulario para públicos de casi todo tipo y ritmazo para propios y, sobre todo, extraños.
