Monteperdido

La canción de las 12:16. Imaginad, por un momento, que tenéis un grupo que se llama Ordesa. Os aburrís y, al volveros a juntar, decidís denominarlo de otra manera. ¿Cómo? Efectivamente: Monteperdido, aunque sea así, todo junto y no separado como el mastodonte de los Pirineos. Tomás, Diego y Bego tienen, como yo, raíces salmantinas. Algunos de nacimiento y el resto, por las noches que pasaron en el mítico Trece Monos, allí en La Aldehuela. En aquella curiosísima nave entré un par de veces y alguno me miro raro, pero era por mí, no por él. Como tantas otras cosas, también se lo cargaron. Una pena. Después del minuto de silencio, nada mejor que este balcón.

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