La canción de las 15:10. Con la de años que llevo compartiendo canciones, la de este lunes de verano tardío es de las más extrañas. Pero tiene el encanto suficiente para estar solo en este blog, mientras en otros se maravillan sin límite ante la última ocurrencia bogotana. Sé bastante poco de Mario Vidal y algo más de Pedraxe, pero qué más da. El son de la cantina ya está aquí y es lo único que cuenta.