La canción de las 14:11. El que no vea poesía de arte mayor en el golazo de ese crío, que se lo haga mirar. Hasta aquí mi aportación futbolera al gustirrinín de ayer. Ahora, a lo que vamos. Sigo todo lo que hace Germán Gómez-Escolar, genial ya desde su mismísima denominación artística (Germán Ges) y prácticamente todo me gusta. Por supuesto, en La Milagrosa; también, mucho, en Carrera blanca. Ahora, lo encuentro colaborando en el proyecto en solitario de Marcos Villanueva, Mar Casak. Y, oh, sorpresa, mola de igual modo. “Quiero que tú sepas que te quiero“, canta. Pues eso.