Javier Lanne

La canción de las 15:17. Escuché los primeros versos de Piscina Olímpica hace años. Javi, guitarra en mano, se lanzaba a compartir los compases originales y aquella ya empezaba a sonar bien. Era, seguro, de noche y, o habíamos bebido o nos preparábamos para hacerlo escuchando, siempre, la mejor de las músicas posibles. Aquello sucedía en un entrañable bar, ¡cafetería! escucho que me gritan, de mi Salamanca natal llamada Toro 70. Buena gente aquella, con el gran Cobi al frente. Con una pandemia de por medio y con la brillante producción del insigne Manuel Colmenero, aquella piscina ha tomado vuelo. Y, desde aquí abajo, mola.

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