La canción de las 13:20. Santificaré la extraña fiesta añadida rompiendo, por un día, la tradición de compartir novísima y espléndida música nacional. Volví ayer al cine y no supe por qué tardé tanto en regresar. Pocos lugares más seguros; ninguno más mágico. No hay casi nadie en el mundo que me conozca tan bien como Cesc Gay. No hay nadie en el mundo que, sin conocerme, sepa tan bien quién soy. Si no, no entiendo cómo sus obras conectan de esta forma conmigo. Su última, y breve, película, de nombre Sentimental, es espléndida. Como las anteriores. Y se cierra con esta maravilla que hace unos cuantos años recetaron el siempre magnífico Jorge Drexler y la no menos brillante Mon Laferte. Feliz.
