La canción de las 15:11. Más buena música urbana nacional para avanzar en esta semana, tan lejos de todo y tan cerca de casi nada. Ni idea del motivo que lleva al jovencísimo navarro Santi Lacunza a denominarse artísticamente Diphda. Hasta ahora solo conocía a alguien que vistiera de Prada. Ahora los caballos toman el testigo del mismísimo diablo. Salimos ganando con el cambio.