La canción de las 15:59. Aunque siempre había leído que era inmortal, asistí, triste, ojeroso y despistado, al entierro, musical, digo, de Espiritusanto. Durante años esperé, ansioso, sus nuevas canciones, pero lo hacía en vano porque aquel grupazo había pasado a mejor vida. Tiempo después, como la peli de Cuerda, tropecé con una banda llamada Basinger, por Kim, supongo y espero. Andrés, Sean y Pablo, adivinad cuál de los tres es el dublinés, estuvieron en aquello y ahora están en esto, atractivo e inspirador, llamado Verano total. Como el que viene.