La canción de las 15:16. Soy facilón. Escucho una canción que empieza así: “Me tocó el papel de loco, como en Amanece que no es poco” y me quedo. A vivir, si es necesario. En aquel peliculón de Cuerda se elegía de todo, desde alcalde hasta puta, pasando por profesor, adúltera, marimacho y hasta homosexual. También loco. El navarro Alejo Huerta prescinde de su apellido; curiosamente, el lugar del que brotaban los hombres en aquella imprescindible obra maestra del séptimo arte, para cantar y tiene talento para hacerlo. Su bello timbre de voz me recuerda al del amigo David Quinzán y eso por aquí suele gustar.