La canción de las 13:51. Ya me sucedió con los Manel y me pasará cuando Jero Romero vuelva a cantar y acumule unas cuantas canciones más en solitario. No sé quién me manda hacer estas cosas, pero, en ocasiones, la hiperresponsabilidad malísimamente entendida me domina. Por eso, diez días después de la publicación del cuarto trabajo de Xoel López como tal, me ha dado por seleccionar sus 20 mejores canciones de siempre, Deluxe y Lovely Luna, obviamente, incluidos. Y la labor ha sido harto complicada.
Mi devoción por el genio coruñés no conoce límites. Desde hace más de una década le sigo en directo, cual peregrino y como paciente, esperando a que me recete una de esos himnos de autoayuda que parecen solo escritos para mí.
Xoel crece con los años, como experto dominador del escenario y como cantante, con un dominio de la voz no visto por estos lares. Disfruté de él en grandes carteles, pero, sobre todo, y como siempre ocurre con los muy buenos, en esos formatos más reducidos donde no hay que adivinar quién toca qué. Ahí lo borda.
Allá va la subjetiva selección de un artista imprescindible, causante de un torrente de emociones que encumbra a la música a la cima de las sensaciones. Por extraño que parezca, hasta he incluido una, magnífica, de su novísimo álbum, aún poco escuchado. Por atrevido que sea, hasta las he ordenado de menor a mayor. Por aquello de ponérmelo más difícil. No sé si habré acertado, pero al escucharlas sentí congoja, emoción desmesurada. Buena señal.