Compro Oro

La canción de las 18:33. Hubo un tiempo en el que las calles de mi barrio se llenaron de tiendas de Compro Oro. Ni siquiera ellas pudieron hacer frente a la maligna invasión de las apuestas, aunque alguna queda en pie. Hubo un tiempo en el que en las radios y en las teles sonaban, sobre todo, rumbas y flamenco del fácil. Ni lo uno ni lo otro me llamó nunca la atención, aunque ahora reconozco el valor de tratar de rememorarlo. Eso hacen, con indudable talento, los almerienses Compro Oro.

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