La canción de las 14:37. Soporto con dificultad a las personas que son devorados por sus propios personajes. Yo me imagino que Leiva, en su vida real, ni vestirá ni hablará como siempre le escucho. Quiero creer que Sabina, el autor de auténticos himnos que debería haberse retirado después de aquel colosal 19 días y 500 noches, no buscará la frase brillante incluso cuando se marcha a dormir. Combino el rechazo con otro nuevo, si cabe más doloroso: aunque soy del Atleti, cada vez me gusta menos el fútbol. Sin embargo, hay cosas de este emocionante Partido a Partido que, sinceramente, no me imagino en otro equipo.
