La canción de las 15:11. Pudiera parecer, pero no es nada nuevo esto de mezclar el folklore patrio con la música electrónica. Cuando yo era crío lo hacía, a su modo, el asturiano Hevia, y mejor, mucho mejor, dónde va a parar, el prematuramente desaparecido Martyn Bennett. El otro día compartí eso buenísimo que hace ahora Rodrigo Cuevas y hoy me quedé pillado con lo último del músico pamplonés Pablo Villafranca, de Tremenda Trementina. Una joya pasada por el tamiz de lo penúltimo de lo penúltimo y acompañada por la luminosa voz de Amaia Tirapu de Kokoshca.