La canción de las 14:29. El bajonazo de las temperaturas no es suficiente para recuperar el ánimo y el aplatanamiento general. Que sea lunes tampoco ayuda demasiado. El facilísimo consuelo de los perdedores electorales, menos todavía. Y, sin embargo, por extraño que parezca, hay alguien que está disfrutando de su mejor momento. Ofrezcámosle altavoz. Más aún si se llama Diego Castro y fuera el líder de los añorados Disco Las Palmeras. De su debut en solitario ya disfruté como marrano en charca hace un par de años y de lo último, llevo haciéndolo ya un par de horas. He llegado a la conclusión de que me gusta todo lo que suene a Castro y de que, bien pensado, yo tampoco estoy tan mal.