La canción de las 15:45. Nunca me cansaré de escuchar fantásticas y novedosas voces femeninas. Ayer, Valdivia. Hoy, Martha (así con h intercalada) Carpe. Su tono me llega a sonar al de la mejor cantante nacional del momento, pero no escribiré en quién estoy pensando por aquella de lo odiosas que son algunas comparaciones, por muy lógicas que parezcan. Si todo este desastre era este, que viva el desbarajuste eterno.