La canción de las 11:38. Dice José Luis Algar de sí mismo que “Jose Luis Algar se compró una guitarra para paliar los nervios y dejar de morderse las uñas. Un año más tarde sigue mordiéndoselas hasta el hueso pero ha compuesto una decena de canciones”. Tengo en común con Algar lo de las uñas, que no lo de las canciones. Lástima, pero siempre hubo clases. De su último disco me encanta el título, “Planes para después de un resfriado” y especialmente esta canción llamada “Trenes”. Como para volver a viajar en bus y como para seguir comiéndome las uñas.