21 de noviembre. Daniel Daniel

La canción de las 15:35. Conocí en pleno y serio verano a Daniel Daniel. A mis años, en medio de la madrileña y modernísima juventud, decidí probar. Siempre me gustó. Una cosa y la otra: mezclar y probar. Tiene algo este chaval tímido, alto, con gafas; más propio en una destacadísima orla universitaria que en un escenario musical. Algo de talento se atisba en su actuación. Ahora bien, cuenta con varios complejos: el nombre (lo repite), la voz (prácticamente nunca canta con la suya) y una limitación: los Cupido ya existen (aunque ahora con la baja de Pimp Flaco queda un hueco).

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