La canción de las 15:33. Antes un gran almacén avisaba de que ya era primavera. Ahora, como ya no hay eso que venía antes del calorcito, no hay necesidad de aviso. Ya es primavera. Aquí y allí. Más allí que aquí. Conmemoro el solsticio esprintando como si de una vulgar meta volante se tratara. Y es que no es mucho más en realidad. Busco nueva música y la encuentro a borbotones. La de hoy es extraña, pero muy buena. Sé que La Santoro es una chica de Barcelona que no necesita de guitarras para desbarrar. Con un buen sintetizador le basta. Y, por lo visto, le sobra. Del título, “No me quieres“, ya hablaremos otro día.