Las Yhadys

La canción de las 18:31. Este fin de semana tuve mis primeros disgustos propios del verano. En mayo. Calor de más y gente de muchísimo más por todos los lados. Sergio Gómez y Estefanía Muriedas se hacen llamar Las Yhadys, ellos y solo ellas, sabrán por qué y cantan a los disgustos de verano desde Santander y con ese aire noventero de cuando había menos gente y hacía menos calor.

Plinio

La canción de las 19:10. Os dejo deberes para el fin de semana. Habrá que ir buscando quién fue ese Plinio, al que llamaron el viejo, y por qué es más famoso que ese otro al que, por contra, denominaron el joven. Al que sí conozco es al jovencísimo, al que canta tan distinto que aquí tenía que estar, por mucho que sea viernes por la tarde.

Cristalino

La canción de las 15:34. A falta de alegrías futboleras, más bien, pleno de repetidas y consecutivas desgracias, ardo en deseos de ver la película que cuenta la historia de Los Planetas. Ardo en deseos, pocas expresiones más intensas. La peli en cuestión se llama como una de sus mejores canciones de siempre, Segundo premio, y se ha llevado numerosos premios allá por donde ya han tenido la suerte de verla. Entre otros, a un tipo llamado Cristalino, al que este blog de música e ilusiones conoció cuando atendía al nombre de Fran Ocete. Llámese como se llame, atenuaré la espera con este tan nuevo como melódico AZ.

Miquel

La canción de las 14:21. Sabéis que no me llamó quien lo tuviera que hacer por el camino de la medida y la proporción. Soy, de natural, exagerado, incluso hiperbólico tirando a desmesurado. Por ello, hoy proclamo, porque menos me parece poco, que la canción que comparto es la más original que ha pasado por aquí en estos ya más de diez años de música e ilusiones. El catalán de Igualada Miquel Nafría canta la vida de su bisabuelo Jaume de la manera más luminosa y rítmica que pueda imaginar. Tristeza con final feliz, Música vibrante para contarlo. Bravo, Miquel.

Daga voladora

La canción de las 15:39. Me gusta cuando las letras de las canciones que por aquí comparto, esté yo alegre o triste, me llevan a una búsqueda en el diccionario de la RAE. Me pasó escuchando lo nuevo de la madrileña Cristina Plaza, alias Daga voladora. No sabía qué era una caléndula. Ahora sí. Dentro de un rato se me habrá olvidado, pero lo importante, dicen los guays, siempre será el camino.

Podenco

La canción de las 16:03. Casi olvidé que tenía un blog en el que compartir lo mejor de la novísima música nacional. Las fiestas, los puentes, el snooker, la lectura enfermiza y los bares de barrio casi lo consiguen. Ya de vuelta a la realidad, diviso a lo lejos un perro esbelto, de esos transversales a la condición humana. Me acostumbré a verlos cuando llegué a uno de los barrios más complicados de mi ciudad natal y con alguno de ellos me cruzo hoy en día, mientras oigo acentos sudamericanos, cerca de donde trabajo. Pensé que era un galgo, pero no, era un podenco. Este Ausencia llega de la escena más oscura de Valencia. Y me gusta.

Nacho Larraza y Fernanda Castro

La canción de las 18:25. Descarté trabajar en el Día del Trabajo del mismo modo que mañana no haré puenting. Hay que ser consecuente. Disfruto, es un decir, de la primavera madrileña y ya tengo banda sonora perfecta para hacerlo. El español Nacho Larraza, músico afincado en Los Ángeles, y la mexicana Fernanda Castro me prestan minuto y medio de belleza mínima y, casi al instante, sale el sol.