Cosmic Wacho

La canción de las 14:50. Vi caras conocidas en el triunfal regreso a la negatividad. Es mi particular lugar seguro, nada que ver con la cada vez más odiosa y ubicua zona de confort, esa que solo me lleva a la sección de sofás de Ikea. En uno de ellos vi hace unos días, positivo hasta las trancas, la película Ya no estoy aquí, agotadora pero adictiva oda a la cumbia colombiana, esta vez exportada a México. Cumbia psicodélica es lo que dicen que hacen el malagueño Alejandro Domínguez y el mexicano Franco Felici. Y es, en este caso, solo adictiva.

Error 97

La canción de las 14:30. Yo era más del error 404, pero este 97 también tiene cierta gracia. Esos nuevos grupos del punk rock de los que usted me habla ya tienen sucesores. Sin ir más lejos, este trío madrileño, Álvaro (guitarra y voz), Sara (bajo) y Nico (batería), que se hacen llamar Error 97. “Tengo muchas ganas de irme aquí“, cantan en su nuevo Mariposas. Yo también.

Cucuibu

La canción de las 14:05. Conozco todos y cada uno de los rincones de mi pequeño hogar. Hablo con ellos y algunos, los más luminosos, me responden. El encierro me está haciendo más raro, si eso fuera posible. Ahora ya no me conformo con compartir buena música que poca gente haya oído, sino que elijo estupendas canciones que muy poca gente haya escuchado y de cuyos autores sea complicado saber nada. Ese es el caso de quien esté detrás de Cucuibu y que canta como el gran Nacho Umbert. Además, habla del preciosamente soviético Treptower Park. Ay, Berlín.

Ven’nus

La canción de las 14:36. Afortunadamente, este modesto blog de música e ilusiones no conoce de cuotas ni de imposiciones al 3 por ciento. Solo pone canciones que le provocan algo, estén hechas en la lengua que sea. Hoy el blog está contento porque recibe la visita de la jovencísima Valèria N. Saurí, de Sabadell, que llamándose Ven’nus y en compañía de Maio Serrasolsas, canta muy dulce, en catalán, algo que no entiendo, pero que disfruto. No hay mucho más.

Total Noventa

La canción de las 19:54. Trabajar desde casa atonta. Por más que ya sea común, como cantaba El Último de la Fila, no me acostumbro. Se pasa el tiempo como si no hubiera; cuando lo hay, aunque no se encuentre. Por eso, y por motivos muy positivos, hoy comparto música a deshoras. Jorge Esteban (guitarra y voz), Javier Montañés (guitarra y voz), Juan Machín (bajo y voz) y Juan Nerín (batería) son, como tantos otros buenos, de Zaragoza y nacieron a mediados de los 90. Hacen pop de guitarras crudas y cantan a las Aerolíneas Argentinas, también muy noventeras. Yo una vez volé con ellas, regresé enfermo y, como solía pasar antes, cuando aún teníamos educación, no se me ocurrió contagiar a nadie.

Egon Soda

La canción de las 14:18. En el cole, para qué mentir, me ponían más positivos que negativos. Luego, el fin de semana, al mirar la clasificación futbolera en el As, veía positivos al lado de los puntos de los mejores equipos. He regresado al positivo. A ver si, por lo menos, algo se me pega. Pese a ello, hoy estoy contento. No todos los días puede uno descubrir primero y correr después, para compartir una nueva canción de Egon Soda; para mí, en el indiscutible podio de los mejores grupos de este país. Pocos hacen las letras que receta sin misericordia Ferrán Pontón y nadie, nadie, las puede cantar como Ricky (conocido en su casa como Federico) Falkner. La primera entrega de su esperadísimo nuevo disco, Todo lo que sangre, es, de nuevo, un maravilloso y combativo poema cantado.

Secundaria

La canción de las 14:11. Yo soy de la generación del BUP, por lo que secundaria me suena a poco importante, a cosita ah´i apartada, siempre a la sombra de lo principal. Pero hoy, víspera de lo que ya sabéis, encuentro una acepción musical, mis preferidas, al término en cuestión. Algo bueno dan de comer y beber en Terrassa. Que yo sepa, y además de Xavi Hernández, de allí son Guineu, Galgo Lento, Bounties y hasta el mítico Notienefans. También Lidia, Quim, Jordi y Arnau. A estos últimos, jovencitos brillantes, les gustan las tiendas de cómics. A mí me gustan ellos.

Saïm

La canción de las 15:39. Comienzo el año con síntomas. De todo, no solo de lo que estáis pensando. Lo malo es que no de todo se pueden hacer tests. ¿Os imagináis? Que te diera en la nariz que este año fuera a ser, por fin, normal, y, casi al momento, poder comprobarlo. Que, por ejemplo, la C significara culo y la T, teta. En fin. Comparto, ya en 2022, una canción de 2020. Así es esto. Desde Mallorca, Joan Roig y los hermanos Gómez, Natalia y Daniel, conforman Saïm, grupo que receta guitarrazos de los necesarios para hacer frente a síntomas de todo tipo.