La canción de las 15:56. Consciente de que por algún lado faltaría Romeo, hoy me topé con una jovencísima barcelonesa llamada Julieta que, en catalán paladino, hace música urbana de la que más me gusta. Sin necesidad de sondeos demoscópicos, espero que el sentimiento sea compartido.
La canción de las 13:48. Un tipo al que siempre veo en bares no puede ser mala gente. El amigo asturiano del gran Fabián D. Cuesta es, además de lo anterior, un magnífico músico y una buena persona. Cada vez que estrena, le hago pasar por aquí y todo es mucho más bonito. Sigue insistiendo, Alfredo, que somos muchos los que te lo agradecemos.
La canción de las 18:01. Hasta esta tarde, escuchar la palabra Cándida me remitía, feliz, a Gomaespuma, y lo contrario, a una enfermedad puramente femenina. De la diatriba me han salvado los valencianos Candi Imbernón y Juan Barcala y su particular y agradabilísimo estilo musical, perfectamente reconocible en este original “Canto sin noche”.
La canción de las 15:18. Después de alguno que otro nublado, salió luminoso el día. Así es, también, la nueva canción del ilerdense Miquel Allué, el otrora líder de Pull my Strings, que ahora se manifiesta bajo el nombre de Eira. Son los gestos se titula y, efectivamente, es pop luminoso.
La canción de las 14:32. Canta de manera peculiar Edu Verdú. Lo hace, además, dando voz a un roble, de esos maltratados por el ser humano. Engancha, no a la primera, sí a la segunda y sucesivas, este personalísimo y perenne Roble que da.
La canción de las 15:44. Dicen los que más saben que Joana Serrat hizo uno de los mejores discos del año pasado. Compruebo y afirmo. Así de sencillo. Esa mujer nacida en la barcelonesa Vic a la que tanto le gustaba el arpa sigue dominando los caminos de eso que el inolvidable Manolo Fernández llamaba americana music en su particularísima radio con botas. Ahora que las jubilaciones de Radio 3 nos han impedido seguir escuchándolo, quedémonos con este espléndido Pictures para recordar tiempos mejores.
La canción de las 15:40. De lo más positivo de mi positivo fue un cargamento de mandarinas que me llegó en plena crisis febricular. Quien, mejor, quiena, lo envió, bien sabe que las adoro. Aún me quedan varios kilos y así de bien encaro el futuro. Mi época preferida del año son esas escasas semanas del primer otoño en el que conviven los melocotones y las mandarinas. Seguro que a la jovencísima valenciana Jimena Amarillo le gustan tanto como a mí su canción.
La canción de las 14:28. Resulta que Furs by Sebastian es el título del cuarto episodio de una serie de Netflix, Maniac, a la que no tengo el gusto de conocer. A mí me molaba mucho más pensar que era un antiguo establecimiento del centro de Murcia al que iban a comprar los abuelos de los hermanos Cerdá, Juanfra y Pablo, de Marcelino Navarro y de Jesús Cobarro. Sea como fuere, y sobre las cenizas de los extintos Kracauer, los Pieles Sebastián suenan potentes y decididos. Si te vas sin escucharlos será un problema tuyo.
La canción de las 15:09. Tiene algo la palabra pipiolo, más aún en femenino plural, que me encanta. No sé por qué. Quizá por ser término viejuno y modernísimo a la vez. Pipiolas son Adriana Ubani y Paula Reyes, el último dúo aparecido en el inquieto mundo de la música nacional. Cantan al típico Narciso de turno, que tiene pinta de ser más pipiolo que ellas.
La canción de las 15:09. Me está costando regresar a la negatividad. Me echaban de menos, cierto, pero a veces creo que el que ha vuelto ha sido otro. Eso sí, sea quien sea, a ese tipo negativo le sigue gustando tanto la música buenísima como a aquel otro que fue positivo por poco más de una semana. Hoy descubrí, o descubrió, y al momento compartí, o compartió, lo primero que escuché, o escuchó, vete tú a saber, de los valencianos Laura Esparza y Carlos Esteban. El título de la canción es Granada, no habla de ciudad alguna y es elegante a más no poder.
