Mes: PMñ2020 f18442020-10-07T17:18:44+01:00pmmiércoles

La canción de las 18:20. Hay que tener gusto, gracia y talento para llamarse Juanjo Onofre, ser músico y bautizar tu proyecto en solitario Onofree. Bravo, libre y valiente. Este barcelonés de dilatada trayectoria se ha marcado un disco mucho más que notable que bebe de todas las influencias posibles: desde la psicodelia hasta el rock progresivo pasando por los sintetizadores de la new wave. Y que conste que esto no es una nota de prensa sin más, sino la demostración de una obra libérrima. De su escucha, me quedo con este No mal alimento mi mente, que tiene un poco de todo. Y todo bueno.

La canción de las 19:16. Señor, ¿qué? Le debieron de preguntar alguna vez al barcelonés Josep Vilagut en alguna recepción de hotel. Y él, que tenía un buen día, respondió sin dudarlo: Suerte, señor Suerte. Vilagut, compositor y productor, debuta con este temazo que lo tiene todo: guitarras irresistiblemente chillonas, potentísima línea de bajo y voz cálida. Si al saber le llaman suerte, este tipo sabe.

La canción de las 18:57. Soy de morderme las uñas (ahora menos con la mascarilla) y de pillarme los dedos. Pese a la inestimable ayuda del virus, nunca podré dejar de hacer lo primero. Para evitar lo segundo y escribir con propiedad, tiraré de mi gran amigo, el Diccionario de la RAE. Dice, literal, que el mallorquín es “una variedad del catalán que se habla en Mallorca”. Tenía dudas; ya sabéis, lengua, dialecto, habla… esas cosas. En mallorquín canta esta jovencita llamada Maria Jaume, que lo hace de manera tan delicada que no le voy a pedir nada más. Solo le daré las gracias. También al gran Pau Vallvé por una producción exquisita.

La canción de las 11:38. Hacía años que no sabía nada de los sevillanos Full. Fallo mío, por supuesto. Hoy, tantos años después de aquel vibrante ¿Quiénes somos realmente?, me los encuentro con una nueva versión de uno de sus clásicos grabado en pleno confinamiento. Este melancólico Azul eléctrico, en compañía de la talentosísima vallisoletana Marta Andrés, pega, incluso con cola, con un domingo ventoso, confinado y gris, por este orden.

La canción de las 19:03. Palabra de Deu. Txacartegui, para más señas. Llego tarde a The Seventh Floor, lo sé, pero hasta que el líder de los tristemente desaparecidos WAS no lo dijo, desconocía de la existencia de este cuarteto madrileño. Tienen material nuevo, y bueno, pero me quedo con este Déjate llevar. ¿Sabéis por qué? Porque bailar aún no lo han prohibido. ¿O sí?

La canción de las 18:59. Echo mucho de menos aquella época mágica de este blog de música e ilusiones en el que compartía lo más bonito que se hacía en Sudamérica. No hay nada más ridículo que las obligaciones autoimpuestas, pero cierto es que son las más difíciles de dejar de cumplir. Hoy cojo un atajo, precioso por cierto, y os presento a Guadalupe Álvarez Luchía, porteña de Buenos Aires, pero vecina de esta ciudad maltratada llamada Madrid. Se puede cantar a Dos casas blancas y un tanque de agua y hacerlo mal. O se puede hacer así.