La canción 16:03. En tiempos oscuros, ni siquiera queda opción para los grises. Menos mal que en la música, sí. Si supieran estos chicos vascos la de veces que ha sonado en mi cabeza aquel festivo Wendy, no entenderían por qué llevo tanto sin compartir algo suyo por aquí. Yo tampoco. El balón me lo ponen botando porque en algo de lo más nuevo, este Azul, cantan con el grandísimo Víctor Cabezuelo y eso es garantía de talento, energía y amor.
La canción de las 19:02. No está nada mal cantar para hacerse preguntas. Quizá esta de los valencianos Garbí, ¿Existo?, es demasiado profunda, pero en épocas de ninguna respuesta, mejor ser directos. Suenan chulas esas guitarras y no peor, esa interesante voz. Buen descubrimiento para una tarde de nubes, y más cosas, amenazantes.
La canción de las 19:18. Se avecinan tiempos oscuros; en lo uno y en lo otro. Sonreiremos, aunque no se vea, a lo uno y nos abrigaremos frente a lo otro. Hace días escuché este negrísimo Pesar de los madrileños Somos la herencia y decidí esperar a que llegara la ocasión para compartirlo. Con poco sol ya a estas horas y mentes confinadas, es el momento. Aviso: Es oscura, oscurísima incluso, pero a mí me mola. Y con la producción de Olivier Arson, mucho más.
La canción de las 20:03. Pensé que sí, pero repasando, compruebo que no es Dora la más joven de los talentos musicales que han pasado por este blog de música e ilusiones en estos años. Más críos eran aún los adorables pontevedreses de Furious Monkey House o las niñas de Las Auténticas. Pero, vamos, que Dora, a sus 16 años, hace cosas tremebundas de buenas. La hija de la desaparecida Bimba Bosé y Diego Postigo repite “estoy mejor sin ti” en este muy hipnótico Oxena y parece muy mayor de edad.
La canción de las 19:55. Menos mal que dicen que uno nunca se olvida a montar en bicicleta. Para evitar caerme, trataré de recordarlo el próximo día que me suba a una de ellas. A mí biela solo me sonaba a eso, a ciclismo y a dos ruedas. Desde hace un rato, solo un rato de nada, ya me suena a otra cosa. Álex, Carlos, David y Alberto son cuatro chavales de Madrid, imagino que aficionados a las bicis. Y a la buena música. Han llamado a su proyecto musical Biela y su música me recuerda fantásticas melodías. “… Año nuevo / Mierda nueva…”, cantan. Premonitorio, ¿quizá?
La canción de las 11:38. Pese a lo que pueda parecer, no es nada fácil hacer una buena canción pop. Los chicos de Ocata tienen un buen muestrario en su disco 9 historias y 1 mentira. Me quedo con este Quiero más para endulzar este último domingo soleado del verano. Vicenç, Pepe, Kevin y Roger viven en El Masnou, junto a Barcelona y Ocata es una de las playas de aquel lugar. Todo muy pop.
La canción de las 14:43. En tiempo de reencuentros, adoro los musicales. En una noche de hace seis añazos, seis, descubrí a dos coruñeses, Silvia Rábade y Carlos Tajes, que hacían musicaza al estilo de Damien Rice y Glen Hansard. Casi nada. Aquel maravilloso Garden’s Road resuena aún en mi cabeza. Más ahora, que los vuelvo a encontrar más rabiosos, potentes y, para colmo de bienes, cantando en castellano. Valiente disonante es lo novísimo y suena así de bien.
La canción de las 19:17. Propongo un juego inocente para una tarde de estas últimas de verano. Escuchad este Al rey de los sevillanos Cenit y decidme a la vez, todos juntitos, todas juntitas, a qué grupo os suena. A ver si os oigo. La comparación solo habla bien de unos, esos en los que estáis pensando, con formas de hacer música que han creado escuela, y de otros, estos brillantes rockeros con calidad suficiente para buscar inspiración en lo mejor. Lo de que no le pongan tilde a cénit, llana que no acaba ni en n ni en s ni en vocal, ya lo entiendo un poco peor.
La canción de las 18:32. Muy hispano no parece el nombre de este buen músico y cantante. Nacido en Florida, lleva años viviendo en Getxo, con lo que su grado de inteligencia está fuera de toda duda. Hace tiempo que compartí aquí una canción de su grupo, Dead Bronco, con su particular mezcla de country y rockabilly. Ahora, se estrena en solitario con un disco grabado en su propio furgoneta con dos micros, una guitarra y un banjo. Solo utilizó los micrófonos para ofrecer cinco excelsos minutazos a capella. Deja lo que estés haciendo y solo preocúpate de disfrutar. Luego me cuentas.
La canción de las 18:56. De cuando en vez, nada mejor que un ultramoderno chutazo instrumental. Hay para elegir. Entre lo que me enseñan, escojo lo último de un tipo de Badalona que llama mi atención por su denominación artística: Sau Poler, de nombre, más o menos real, Pau Soler. Pincho en este adictivo Blooms y lo que sucede prefiero que lo compruebes tú.
