La canción de las 16:05. Llamar a tu grupo musical PuertoHurraco, así todo junto, con todas las letras y sin espacio de por medio, debe imprimir carácter. Supongo que para ello, como es el caso, habrá que ser extremeño. Francisco Saldaño, Alberto Luque y Altair Márquez forman un poderosísimo power trío que canta a un mundo feliz, muy alejado de aquel que, en agosto del 90, llenó de sangre aquel pequeño pueblo pacense de infausto recuerdo.
Mes: PMñ2020 f04342020-05-18T15:04:34+01:00pmlunes
17 de mayo. Amor líquido
La canción de las 12:52. Conocí esta canción a lo largo de la semana, pero decidí, con tino y por motivos obvios, dejarla para el domingo. Para otro domingo, por cierto, en el que tampoco iré a misa. No reproduciré, por archisabida, la letra de esta canción de este jovencísimo trío punk originario de Granada, pero formado en Madrid. Sara, Alicia y Peral cantan Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Suponed el resto, que acertaréis. Y luego, os confesáis.
16 de mayo. Las Retamas
La canción de las 13:39. Nací en Fase 0, vivo habitualmente en Fase 0, aunque ocasionalmente ahora vuelvo a residir en un lugar ubicado, efectivamente, en Fase 0. A partir del lunes parece que 0’5. Una mitad de lugar. Antes de que convirtiéramos a Martínez Almeida, el alcalde de Madrid, en tuerto en reino de ciegos, y ciegas, a este trío de Alcorcón llamado Las Retamas no les caía demasiado bien. A mí tampoco.
14 de mayo. My Yellowstone
La canción de las 14:17. Creo que conocí antes el parque de Yellowstone que La Alamedilla, el más popular de mi ciudad. De oídas, claro. Allí vivía el oso Yogui y aquello era serio. También lo es hacer rock clásico con la que estaba, y está, cayendo. Mucho más seguir cantándolo en inglés siendo, como FJ Curra y Dani Kussa, principales artífices del invento, de Sevilla. Viva el oso Yogui, viva Bubu y vivan los músicos valientes.
13 de mayo. Enol
La canción de las 16:21. Hoy hace tropecientos años que entré por primera vez en el Calderón y no fue a ver a mi Atleti querido, sino a disfrutar de mi más idolatrado aún Mark Knopfler y sus imperiales Dire Straits. Sirva la efeméride como prolegómeno a mi eclecticismo musical. He dicho mil veces que el rap me gusta los primeros diez minutos, luego ya me aburre. Como esta pieza de Enol, asturiano como los míticos lagos, dura menos, pues me mola. Knopfler y la postmodernidad de un tipo que canta: “… Yo que perdí en semifinales / de ser el hombre de tu vida / Aunque ahora le gusto a cincuenta / tiramos la Champions pa ganar la Liga…”. Música, al cabo y al fin.
12 de mayo. Izaro
La canción de las 17:53. Nunca, creo, tripití con semejante velocidad. Hace solo tres años caí, obnubilado, aún lo recuerdo, ante una chica que cantaba en un euskera resplandeciente. Se llamaba Ízaro y era natural de Mallabia, en ese particular paisaje vizcaíno fronterizo con Guipúzcoa, con Ermua y Eibar a un paso. Caí rendido, repito, con aquel mágico Koilarak (Cucharas). El pasado mes de octubre designé, con todo boato, Invierno a la vista, con el universal Xoel López, como la canción más bonita del año. Del pasado y de cualquier otro. Pero es que ahora ya tengo elegida la canción más preciosa de todo el confinamiento. Se haga lo que se haga, y mira que se ha hecho ya, de aquí en adelante. Se titula Tiempo ausente y es, también, mágica. La letra es un primor, aunque me quedo con ese final Busco toda la fe en la que nunca creí. Amén.
11 de mayo. Mundo Prestigio
La canción de las 14:26. Gustan de hacer música extraña. Gustan, también, de gastar pocas letras para llamarse. Ju, Brais, Fiz y Fer conforman Mundo Prestigio y, por supuesto, son gallegos. De su apetecible disco, este mediodía me quedó con este ochentero Quen quere falar, donde cuentan con la colaboración de, otro nombre corto, Guille, del grupo Bifannah. Todo muy raro.
9 de mayo. Íñigo Soler
La canción de las 12:40. “Después de habernos conocido en el salón / sacaremos a la calle nuestra mejor versión“. Lo canta, sincero, el valenciano Íñigo Soler en una de las mejores demostraciones de talento de lo que va de confinamiento y, lo siento mucho amigos, pero no sé si creérmelo del todo. Me gustaría hacerlo, pero, viendo lo que veo, me cuesta. Como es lo único que está en mi mano, me limitaré a sacar yo mi propia mejor versión. El primer paso será seguir polinizando belleza por aquí en forma de bonitas canciones. Así lo hago.
8 de mayo. St Woods
La canción de las 17:10. Lo sencillo sería comparar a este madrileño llamado Nacho García, de nombre artístico St Woods, con cantantes yanquis de buenísimo gusto. La lista sería tan breve como selecta. Pero hoy prefiero centrarme en el disfrute que me provoca su infinito talento, aquel que hace más de un año encontré en ese glorioso On Me, y que ahora aparece en el mercado en forma, por fin, de fantástico disco.
7 de mayo. Confeti de Odio
La canción de las 15:58. Era jueves y, aunque probablemente no lo supiéramos, éramos felices. Mediados del pasado mes de octubre en una sala madrileña. Rodeado de veinteañeros, yo no, disfruté con la atrayente rareza de Lucas de la Iglesia, el extraño chavalote que como Confeti de Odio había pasado un año antes por este blog abierto, sobre todo, de orejas. Ahora, Lucas ha sacado su primer disco y, alejado de las bases programadas con las que se presentó en solitario aquella noche feliz, deja cosas muy interesantes. Hay canciones que me gustan más, especialmente Mi funeral con esos ecos hasta de Deluxe, pero como esa no tiene vídeo, hoy rescato de un disco muy interesante, este carolinadurantiano Muchísimo.