Mes: AMñ2015 f44562015-09-20T11:44:56+01:00amdomingo

La canción de las 12:45. Los que me seguís sabes de mi aprecio, extraordinario y descomunal respectivamente, por los artistas de los que hoy comparto su último regalazo. Ellos, Vetusta Morla, me descolocaron la cabeza hace ya unos añitos golpeándome justo ahí donde yo lo necesitaba. Él, Xoel López, me la colocó definitivamente solo unos meses después. Despierto con el mejor regalo posible. Una vibrante colaboración en medio de la última locura del genio gallego: un programa de humor junto a los descacharrantes miembros de El Mundo Today para la Cadena SER. En esta joya sin posible parangón, los chicos de Tres Cantos presentan una de sus dos últimas bellezas, “Profetas de la mañana” y el coruñés universal acaba con su insuperable epílogo terrenal. Para llorar de puro bonito, compañeros.

La canción de las 12:59. En Victoria Ford no hay ninguna mujer. Solo cuatro tipos procedentes del pueblo sevillano que acoge a la presa más famosa del planeta patrio. No hacen falta más pistas ¿verdad? Así somos. Yo como soy así, solo busco nueva música. Y cuando encuentro canciones que me enganchan, no pido nada más. Ni siquiera permisos ni grados terceros. Soy curioso hasta el extremo, pero me apetece seguir desconociendo, al menos por el momento, si Steven Spielberg tiene hijos. Ellos sí lo saben. “El verano se ha ido / y tu con él te arrastras / Estaba regando / las flores que no te compré / Evitando el charco / mientras llovía..”. Y así.

La canción de las 12:40. Sin exagerar, llevo 40 años viendo baloncesto. Exagerando, los 42 que bellamente me contemplan. Creo que nunca jamás vi algo como lo de ayer. De que Gasol es dios nunca tuve dudas. De que jamás podré olvidar lo felicísimo que me ha hecho tantas veces, tampoco. Ejemplo de deportista y de persona. De sencillez, de educación, de responsabilidad, de valor sin límites. Me quedo sin palabras para describir al mejor jugador de baloncesto que nunca jamás dará este país, llámese como se llame. Buceando, poco, no os creáis, encuentro este antiguo tributo que el rapero NACH dedicó al gigante de Sant Boi. Y me viene como esos anillos que ganó… al dedo. Gloria eterna para el más grande.
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La canción de las 12:15. Si no fuera porque de cuando en vez tengo que bajar la basura, no saldría de mi casa. Desde hace un tiempo casi todo lo que quiero lo tengo en mi tele de penúltima generación. Cuando este viernes comience el Mundial del mejor deporte conocido del planeta, el imperial rugby, sentiré el acabose más cerca que nunca. Estaba yo viendo anteanoche no sé qué canal raro y me topé con esta maravilla. Deseando que amaneciera para compartirlo con todos vosotros, busqué alguna referencia. Allá va: Piers Faccini es un fenomenal cantante inglés criado en Francia al que yo hasta ahora no tenía el gusto de conocer. Aquí, literalmente, se sale junto al músico de Mali Badje Tounkara y al galo Seb Martel. Canela fina, compañeros. Como para no salir de mi hogar nunca más. Si acaso, solo para contarlo.

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The 12:15 song. If it were not for from time to time I have to take down the garbage I would not go out of my house. For a while most of what I want I’ve got it in my TV of penultimate generation. On Friday, when the World Cup of the best sport ever, the imperial rugby, begins, I will feel the top closer than ever. It was the night before last, I was watching a rare channel and it came across this marvel. Wishing dawn to share it with you all, I searched some reference. Here it goes: Piers Faccini is a great English singer raised in France to which I previously have not had the pleasure of meeting. Here he stands out with the musician from Mali Badje Tounkara and the Frenchman Seb Martel. Brilliant, peers. As not to leave my home anymore. If anything, just to tell.

La canción de las 17:04. No traigo hoy y aquí al otro de El Último de la Fila, que ya habrá tiempo. O no. No se hace llamar Manolo sino Manuel este chileno con quien comparte apellido y que canta con brutal sentimiento. Podría hacer un concurso y regalar algo a quien acertara la siguiente pregunta: ¿A quién se parece? Pero me arruinaría, seguro. Nunca estuvo de más buscar unicornios azules ni espejos relucientes en los que mirarse.

La canción de las 12:38. Modestísimamente yo a Raquel Adalid, heroína protagonista de mi regalo de hoy, solo le recomendaría una cosa y esa cosa sería a cerca de su nombre artístico: es complicado de escribir, de decir y, por tanto, de dar a conocer. De su música, no le diría nada, aparte de que me gusta y mucho. Una demostración más de que con Russian Red no basta. Mujer española de aspecto frágil cantando en inglés. Parece sencillo, pero no lo es. Larga vida a Chlöe’s Clue, por muy complicado que sea de escribir su nombre.

La canción de las 13:06. En un hipotético mundial de los alimentos más horribles que jamás probé, cierta mostaza británica le disputaría el cetro planetario al japonés wasabi. Asquerosos ambos. Ahora descubro que la mostaza, mustard en inglés y deliciosa en otras versiones, también cuenta con una musical. Son tipos de Madrid residentes, creo, en Inglaterra que hacen una cosa que ellos mismos llaman electrofolk. Llámenlo como lo llamen, a mí me gusta. Pinchad en el enlace de este interesantísimo “Selva tu cuarto”, pero haciéndolo se escucha igualmente.

La canción de las 12:07. Despertarse con una canción estupenda. De donde venga, pero estupenda al fin, y especialmente, al cabo. Ese ha de ser mi objetivo, de aqui a que los ciudadanos de este país dejen de ser tan tontos como para seguir a los politicos de este país. Hoy la elegida para alegrarme la sabatina mañana tiene unos añitos ya y la hizo un grupo que luego se transformo en otro. Explico brevemente, punto por punto, coma por coma: Este cada vez más embaucador “2022” pertenece a los chilenos Fother Muckers, que desde hace un tiempo decidieron llamarse de otra manera, en concreto, Ases falsos. Escuchadla, pero con un consejito previo: no lo hagáis una sola vez. La segunda, empieza a entrar como un tiro. La tercera, como un cañón.

La canción de las 12:04. Por fin puedo sentarme a escuchar con detenimiento el último disco de Danny & The Champions of the World. Me insistía mi hermano el pequeño y, como sucede de cuando en vez, los resultados finales han superado claramente a las expectativas creadas. Danny George Wilson ha debido de escuchar los discos de Van Morrison desde bien pequeñito. Más o menos, como mi hermano el menor y yo. Pero, hete aquí, que a él le sobra el talento para poner en práctica todas las enseñanzas del león de Belfast y convertirse, junto a sus secuaces, en un auténtico campeón del mundo de la música bien hecha.

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The 12:04 song. At last I can sit and listen carefully the latest album of Danny & The Champions of the World. My little brother insisted and, as it happens from time to time, the final results have clearly exceeded those expectations. Danny George Wilson must have been listening to Van Morrison´s records since child. More or less, as my youngest brother and me. But, lo and behold, that he has plenty of talent to implement all the teachings of the Lion Belfast and to become, along with his henchmen, a true champion of the world of well done music.

La canción de las 12:33. Mis amigos lánguidos y yo, lánguido también, estaremos viendo esta noche a los chicos de Sidonie. En mi caso, les llevo siguiendo los pasos en este último mes: Sonorama, Ebrovisión y ahora en mi propia casa. Sus conciertos, ya sabéis y si no lo sabéis ya estoy yo aquí para decíroslo, son sinónimo de buen rollo y buena música, y no precisamente en este orden. Sus versiones de clásicos del rock de todos los tiempos desmerecen muy poquito al original. No milito en su ferviente club de fans, pero me gustan muchas de sus canciones. Ahora, eso sí, pocas, muy pocas, como este maravilloso incendio. A ver si tengo suerte y la oigo en un rato.