La canción de las 12:43. Previa a la Nochebuena, toneladas de buen rollo me llegan desde Granada. Allí se lleva haciendo parte de la mejor música de este país desde hace varias décadas y siguen y no paran para regocijo de mentes abiertas y solaz de cabezas nada consecuentes. De la denominación de la banda, Ana Lógica, sobra cualquier comentario que no hable de brillantez e imaginación a manta. Sonreid y moved las caderas, por ese orden o por el otro, escuchándoles.
Mes: PMñ2013 f43532013-12-23T12:43:53+01:00pmlunes
22 de diciembre. Los Petersellers
La canción de las 11:46. En el día mundial de la salud, la canción más apropiada posible. Los inolvidables Petersellers haciendo su particular versión del perfecto día para tapar agujeros. Del vídeo que acompaña estas líneas, anuncio, no me hago responsable.
21 de diciembre. Nudozurdo
La canción de las 12:49. Ha sido tan divertido buscar canciones para recordar ésta de Nudozurdo y volver a encontrar música intensa, pelín oscura, a ratos circular y a veces obsesiva. Melodía perfecta para encarar nuestra revolución pendiente, esa que acabará con la basura que nos rodea y, para colmo, nos manda.
20 de diciembre. Nistal
La canción de las 12:37. Más música recién conocida, más producto interior nada bruto, más talento a espuertas, más voces particulares que entran en la cabeza para no salir jamás. Nistal es el regalo que toca esta mañana previa a un fin de semana de veinte días para muchos. Quienes podáis, que los descanséis. Para el resto, cansaos y si es escuchando música y soñando con ella, mucho mejor.
19 de diciembre. León Benavente
La canción de las 11:14. Repite el supergrupo de Abraham Boba en este blog de música e ilusiones porque creo que han hecho una de las mejores canciones del año que ahora acaba. Y es que necesito compartirlo con todos vosotros. Compartir el entusiasmo por disfrutar de la mejor música del momento. Seamos todos brigadas. Vigilemos lo que pasa alrededor y, por favor, actuemos. “…¿De qué nos sirve luchar / si nunca haremos historia?…” Viva León y viva Benavente.
18 de diciembre. Santos
La canción de las 9:59. Regalo música pronto para que nadie se me despiste y para que no se me olvide esto que hace tan poco descubrí. No entiendo demasiado bien cómo habré podido yo aguantar un añito entero sin saber de este grupo barcelonés que hace las cosas tan bien. Si hubiera que ir al grano diría que me encantan. Si algún rodeo hubiera que hacer me manifestaría en similar sentido. Disfrutad, hermanos, con este “Skip James en el casette”, y veréis como más pronto que tarde llegáis a la santidad plena.
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17 de diciembre. Pecker
La canción de las 11:10. Huesca también existe, al menos así lo imagino yo. Desde allí os regalo hoy la música de Raúl Usieto Aquilué que, afortunadamente y en vista del nombrecito en cuestión, en la escena se transforma en un tipo llamado Pecker. Lleva muchos años haciendo canciones, y bastantes de ellas, como esta “No (todo lo que no)”, me provocan media sonrisa y risa entera. No es cualquier cosa.
16 de diciembre. Grupo Salvaje
La canción de las 10:55. Grupo Salvaje suena, además de al cine sin concesiones de Peckinpah, a música de siempre, hecha con el poso de años de afición y adoración por la más bella de las artes. Ernesto González es el líder que les manda con paso firme. Me encanta su última entrega, especialmente este fantástico “Su abismo”.
15 de diciembre. Fernando Alfaro
La canción de las 12:21. Domingo por la mañana. Invierno con sol y Fernando Alfaro sonando en el ordenador de mi casa. No se me ocurre mejor momento para volver a escuchar este “Extintor de infiernos”, que ya me llamó la atención hace un par de años y que recuerdo ahora como regalo prenavideño. Recomiendo escucharla varias veces. La cuarta no tiene nada, pero que nada, que ver con la primera. Os lo garantizo.
14 de diciembre. Paddy Keenan
La canción de las 12:02. De todos mis discos, creo recordar que solo uno lleva la firma de su autor. Seguro que pronto dejará de ser el único, aunque no soy muy dado a autógrafos y dedicatorias. El tipo, maravillosamente extraño cuando menos, que interpreta como casi nadie uno de los instrumentos más complicados de tocar del mundo, la gaita irlandesa, se llama Paddy Keenan. Disfruté de su música hace unos poquitos años a menos de diez metros de distancia y con poco más de diez personas a mi alrededor. Al final del concierto, tras hacer una cola de dos horas, sortear a quince fortudos guardaespaldas, tres locas gritando y cinco locos con lágrimas en los ojos, media docena de malas caras y cuarto y mitad de excusas infundadas, logré el disco firmado.