La canción de las 13:38. Si algo le falta a este grupo es el pan. Nada más. Para variar, no sé quiénes son, aunque si apuesto por la extrema juventud porque el riesgo ya se lo adivino. Cantan a las uvas y a los besos con esas guitarras tan pintureras y ese cuarto de tiempo tan característico de la buenísima música moderna. Y es más que suficiente.