La canción de las 15:25. Qué gusto poder escribir las dos palabras que van después de la fecha de hoy. Mucho tiempo sin hacerlo, días paladeando las canciones de aquellas dos obras para la historia, el fantástico Cabeza de león y el sideral La grieta, sin discusión, el mejor disco de la década se haya acabado o no. Y volvió Jero Romero, como es él, casi sin avisar, callandico, y la sola escucha de sus dos nuevas canciones, 2010 y Los cadáveres, removiendo tanto. Como bien dice ella, pudiera parecer que el toledano ve por una mirilla nuestras vidas y sobre eso escribe. Me quedaré hoy con este descarnado 2010, básicamente porque fue la primera que escuché, pero cualquier día, en cualquier momento, compartiré esos tremendos cadáveres. Gloria eterna al gusto, al talento y a la sensibilidad extrema.