La canción de las 16:16. Tarde, pero más que seguro regreso a mi generoso rincón de pensar y de paso, regalar música. No es la primera vez que para ello recurro a nuestros paisanos del Oeste. Desde el paraíso portugués, dejáronme estos chavales sin palabras hace un rato, con sus dos baterías y un brutal sonido, muy pocas veces mejor hecho. Se llaman PAUS y están a un solo paso. Como tantas y tantas cosas.