La canción de las 16:39. Parecen contentos los componentes de Holy Bouncer. Normal: se conocen desde que tenían cinco años, son amigos desde entonces y hacen juntos lo que más les gusta. No hay nada mejor. Si su objetivo fue hacer música elegante, han conseguido su meta con total éxito. Esas teclas psicodélicas que llegan desde Barcelona son las culpables.