La canción de las 12:05. Después de Naranjito, Betacam es la palabra que más rápido me lleva a los 80. Musicalmente, es el onanista proyecto de Javier Carrasco, habitual en grupos de altísima consideración para mí como Templeton o los gigantescos Rusos Blancos. A mí, que un tipo se haga discos con el único acompañamiento de un teclado me lleva directamente a los también ochenteros tiempos del órgano Casio del Bazar Canarias, y eso es muy bueno. Lo último de Javier es “La discusión” y es justo lo que yo esperaba de él.