1 de enero. Nightnoise

La canción de las 13:50. Escuchada y conveniente palmeada la marcha Radetzky, doy por instaurada una nueva tradición en mi ferviente y compulsiva tarea de regalar cada día buena música. Así, cada 1 de enero, como ya hice el pasado, regalaré una obra de uno de los mejores grupos que en la historia han sido. Habituales de este blog de música e ilusiones e imprescindibles en el primer atisbo de la adolescencia que ahora vivo en su máxima plenitud, Nightnoise fueron lo más. Este “One Little Nephew” es mucho más que una maravillosa obra de arte. Solo una aclaración: Si en el minuto 2:22 un escalofrío no os recorre el cuerpo al escuchar la flauta de Brian Dunning, no sois mis amigos. Bueno, venga, que sí. Feliz año para todos.

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