28 de agosto. Blam de Lam

La canción de las 10:38. Contradigo el aforismo calé para preferir los buenos principios a los mejores finales. Escucho por primera vez a estos tipos de Jaén con la ilusión del primerizo y mi inquietud se satisface desde el pitido inicial. Dadme sal, cantan. Se la doy, por supuesto, acompañada de la mejor de mis bendiciones.

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