La canción de las 10:38. Música tranquila para mañanas borrascosas y para calmar a la fiera que llevo dentro. Viajo, musicalmente y también de lo otro, por primera vez a Bélgica y me encuentro con un grupazo casi sideral hasta ahora plenamente desconocido. Minimalismo instrumental y fantásticas armonías vocales dominan en Isbells. En este super yanqui día de acción de gracias, en el que no me puedo olvidar del genial George Winston, agradezco enormemente haberles encontrado.