La canción de las 12:37. En la mañana sabatina buscaba música hipnótica. En ella me quedé y de ella no pude salir. También se hace en España, por mucho que estos tipos de Mallorca llamados Oso Leone canten en imperial inglés. En este “Ficus” aprecio ese eclecticismo que tanto me gusta: la tecnología punta de la música electrónica combinada con el talento artesano de las manos deslizándose por mástiles de barcos imposibles.