La canción de las 12:59. Teniendo, como tenía, en mente a nuestros vecinos portugueses y a su gloriosa música en el día en el que festejan aquel otro en el que todo cambió, me picaba la barba. Ya veis. Cosas del destino. Tengo poca barba. Mi inacabada adolescencia hace que me salga muchísimo menos que regular, pero el caso es que me picaba. Y al rascarme, pensé en música y encontré esto. Barbott se llaman así porque todos sus componentes visten tupida barba. Cuestiones estéticas aparte, su música aporta mucho más que el buen rollo necesario para recordar eternos claveles lusos y afrontar el fin de semana como él solo se merece.