La canción de las 9:59. Despierto pensando en voces. En algunas de las más emocionantes que jamás escuché. Y entre las mejores, siempre destacará la de este irlandés amable que hace alguna década que otra sonaba en mi casa sin cesar. Sentido y sensibilidad. Sentidlo conmigo y hacedlo sin ninguna precaución por muy adictivo y contagioso que pueda llegar a ser.