21 de enero. La La Love You

La canción de las 11:51. En Laponia, y aquí, hace frío, pero yo me río. El abuelo Yulupuki era, evidentemente, amigo mío. Dicen los chavales de La La Love You que siguen en la edad del pavo. Ya somos más. “Sabes muy bien que aunque no te importe / iré a buscarte hasta el Polo Norte / Pero a mí me da igual porque ya suena Pitingo / en el radiocasette de mi barco vikingo”… Alegría, coño.

20 de enero. Tulsa

La canción de las 11:49. Estamos de enhorabuena y no por nada trivial. Desde que me choqué de bruces con aquella magnífica “Barro”, nunca jamás he podido olvidar la particularísima voz de Miren Iza. La suerte que tenemos todos ahora es que Tulsa, su grupo, está de vuelta y con cancionacas como esta “Oda al amor efímero”, que me viene que ni pintada. “No me importa si eres listo o idiota / te voy a querer igual. Si apareces ahora mismo entre los peces / te voy a perdonar cualquier pecado mortal / Me conformaré con ver la vida pasar / Nada de esto será trascendental”.

19 de enero. Fetén Fetén

La canción de las 13:13. Me gusta la comida japonesa y adoro los violines y los acordeones, pero aborrezco el wasabi, aunque sepa cómo se escribe semejante palabro en caracteres nipones. Aconsejo huir de ese condimento verde un poquito más rápido de como lo haría de la mismísima muerte. Pero en esto que la música me vuelve a reconciliar con el mundo real y lo hace hoy de la mano de Fetén Fetén. Dos virtuosos de intensísima trayectoria pasada, Diego Galaz y Jorge Arribas, son los artífices de un esplendente experimento que mide el talento por arrobas, fanegas y quintales.

18 de enero. Liam O'Flynn

La canción de las 21:58. Si alguien pensaba que se iba a librar hoy de mí, es que me conoce demasiado, pero últimamente tiendo a llevar la contraria en casi todo. Llego pelín tarde, pero con bien. Y viendo llover por la ventana y notando el frío de la noche invernal no se me ocurre nada mejor que repetir con el mejor gaitero de la historia. Jugad a escuchar este “Joyce’s Tune” del nunca bien ponderado Liam O’Flynn debajo de una gruesa mantita y luego me contáis. Cuando yo, y él, éramos aún más jóvenes escuché esto mismo en directo, a escasísimos metros, y si yo os contara…

17 de enero. Teddy Thompson

La canción de las 11:54. Me envía un correo electrónico mi hipotálamo pidiendo calma. Viene con confirmación de lectura y alta prioridad. Al contrario de lo que hago con los demás que me llegan con semejantes características invasivas, decido abrirlo al instante. Contiene una canción del londinense Teddy Thompson, magnífica por cierto, titulada “Don’t Ask Me To Be Friends”. Como a mí me ha funcionado, os la envío a todos vosotros. No preciso de confirmación de lectura, si acaso de goce supremo.
 

The 11:54 song. My hypothalamus sent an email asking me calm. It comes with read confirmation and high priority. Contrary to what I usually do with others that come to me with such invasive characteristics, I decided to open it instantly. It contains a song of the Londoner Teddy Thompson, magnificent by the way, entitled “Don´tt Ask Me To Be Friends”. As it has worked for me, I send it to you all. I don´t need read confirmation, just supreme joy.

16 de enero. Linda Guilala

La canción de las 11:38. No tengo muy claro a esta hora de la media mañana si he de pedir perdón a alguien por algo. Imagino que sí. Podría asegurarlo, pero prefiero no darle muchas vueltas, si acaso, media y regresar por donde llegué. De todos modos y como ya es constante, hay grupos que se encargan de cantar lo que a mí se me puede estar pasando por la cabeza en un momento determinado. “Lo siento mucho”, dicen los vigueses Linda Guilala. Llegado el caso, yo también.

15 de enero. The Crab Apples

La canción de las 11:25. Hoy estoy de cumpleaños. Dos años han pasado ya desde aquel día en que me decidí a compartir música y en ello sigo. Feliz cual lombriz, intentaré seguir haciéndolo, me leáis o no; escuchéis o no lo que por aquí comparto. Ya sabéis que mi debilidad es, por este estricto orden, buscar, encontrar y disfrutar. Hoy lo he vuelto a hacer al chocarme de frente con la insultante juventud de los componentes de The Crab Apples, que cantan, y muy bien, en catalán. Que los disfrutéis.

14 de enero. Los Punsetes

La canción de las 11:26. Yo también querría haber escrito exactamente esto que cantan los fantásticos Punsetes, pero se me han vuelto a adelantar. Dedicado a todos esos que no pueden dejar de dar cada día su opinión de mierda. Como si a alguno de nosotros nos importara lo más mínimo. Bravo por Los Punsetes, preclaros prohombres y promujeres del asqueroso mundo tertuliano televisivo que nos rodea. De escucha obligatoria. Hoy y siempre.

13 de enero. Los Verdaderos Cabrera

La canción de las 14:03. Hasta hace bien poco, solo asociaba Sudamérica con fútbol y con irresistibles acentos femeninos. También con impresionantes bellezas naturales, alguna de las cuales ya visité y a las que volvería esta misma tarde. En mi actual época expansiva, la búsqueda musical me ha devuelto allí de maravillosas formas. Hoy viajo hasta Chile para conocer a Los Verdaderos Cabrera, que me dicen que estoy loco. No digo yo que no.

12 de enero. Charades

La canción de las 12:56. Si exagerara, diría que me interesa sobremanera la música de Isabel Fernández Reviriego. Sin hacerlo, diré que me encanta. Ya la compartí hace meses en su actual versión de Aries y ahora, mirando por el retrovisor de la sencilla belleza, la más bella de todos, la encuentro en su modo grupal con Charades. No sé cuál de los dos opciones me gusta más, pero imagino que a casi nadie le importa, a mí el primero. “Esta mañana he visto a Dios / y no me reconoció…”. A mí un día me pasó lo mismo, pero no lo supe cantar tan bien.