31 de enero. AMA

La canción de las 11:48. El nombre del grupo que hoy descubro y ni un mínimo instante dudo en compartir, no es una orden, pero bien podría serlo. Pocas cosas mejor que amar. Si acaso, la buena música. Y este cuarteto de Donosti la hace a espuertas. Con veteranos integrantes de aquella mítica banda llamada La Buena Vida y con otros como Yon Vidaur, bien conocido ya por estos lares, elaboran canciones pop de bellísima factura. “Cuánto tiempo más / he de esperar / para tener otra vez / algo especial…” se preguntan. La respuesta, simplemente escuchándoles y gozando al hacerlo. Amad.

30 de enero. Mourn

La canción de las 10:42. Juventud, tesoro divino. Los cuatro componentes de Mourn tienen entre 15 y 19 años y me dan una envidia atroz. Dos de ellas, Jazz y Leia, son, además, hijas de Ramón Rodríguez (The New Raemon), autor de tantas cosas bonitas, aunque ninguna como aquel glorioso disco con Ricardo Vicente y Francisco Nixon loado ya por aquí en épocas pretéritas. Mourn recuerda al grunge aquel de los noventa, pero hecho desde aquí y hecho muy bien. Para colmo de bienes, esta canción se titula “Otitis” y solo por eso hasta me gusta más.

29 de enero. Natalie Prass

La canción de las 10:49. Si el mismísimo Mike Scott, dios padre en mi particular escala de valores musical, recomienda escuchar a esta joven norteamericana de nombre Natalie Prass, no hay que perder ni un minuto y hacerlo. Uno va, lo hace y apunta un nuevo regalo más en el haber del genio fundador de los Waterboys. No al nivel de esas obras maestras que más de una vez me hicieron llorar, pero casi.

28 de enero. La hora violeta

La canción de las 11:24. Acabo de descubrir que la hora puede tener colores y que el violeta es decididamente el que más le pega. No tenía ni idea, pero así es. Tropiezo de bruces con este fantástico “Mi vida”, con varios lustros ya de historia, y como buen hombre que soy, vuelvo y vuelvo a tropezar, y no solo dos veces sino muchísimas más. La hora violeta es un grupazo de Cádiz del que no tenía la menor noticia hasta ahora. Así de injusto es todo esto.

27 de enero. Dënver

La canción de las 10:56. Resulta ahora que Denver se escribe con diéresis. Esos dos puntitos transforman como por arte de magia la americana ciudad de Colorado en dúo musical chileno de amplia trayectoria, brillantez vocal y enorme riqueza instrumental. Milton Mahan y Mariana Montenegro hacen canciones bellas. Así, sin más. “No gana la guerra / quien más soldados ni armas tenga / No triunfa el equipo / con más auspicios en sus atletas”. Decididamente, me gusta este “Las fuerzas”. Y bastante. Por eso, os la regalo.

26 de enero. Kiev cuando nieva

La canción de las 13:00. Un día me plantearé hacer una selección de mis grupos favoritos atendiendo al criterio de la originalidad de sus nombres. En este blog se cuentan ya por decenas. Estos tipos de Huesca, que también existe y no solo Teruel, se hacen llamar Kiev cuando nieva, y solo por eso ya merecerían toda mi atención. Pero es que este “Tren” es, de tan cotidiano, tremendamente brillante. Tampoco los busquéis en los 40, que en la búsqueda os podéis encontrar con cualquiera.

25 enero. Alkistis Protopsalti

La canción de las 20:46. Decirle a la gente lo que no tiene que hacer implica, directamente, que lo haga. Unos, por convencimiento. Otros, por inmenso hastío de ser tratados como vulgar rebaño de seres inconscientes. Si alguien habría de conocer perfectamente el significado de la palabra democracia, ese tendría que ser un griego. Solo conozco a un tipo de persona al que no le guste dejar en manos de su pueblo el futuro de su gobierno. Acudo de nuevo al maestro Ramón Trecet, aquel que cambió mi percepción musical justo en el preciso momento en el que había que hacerlo, para recordar a esta griega majestuosa. Tengo este disco de Alkistis Protosalti en mi estantería. Soy raro.

24 de enero. Niño Cohete

La canción de las 12:59. Duermo sin orden pensando en conciertos. Sopesé seriamente la posibilidad de compartir una canción de buena madrugada, así era de pertinaz mi insomnio, mas cuando iba a proceder, el sueño llegó para llevarme con él. Al despertar, andaba por Chile. Así como sueña. Me puse, musicalmente, manos a la obra y volví a encontrar aquello exacto que andaba buscando. Se llaman Niño Cohete y cantan a la muerte. Debe ser de esas dulces.

22 de enero. José González

La canción de las 11:42. Dicen las buenas lenguas que el que va a conciertos su mal espanta. Verdad absoluta donde las haya que tanto y tan bien me ayuda. Hay que ser muy bueno para repetir en este modesto blog de música e ilusiones, hoy nunca mejor definido de semejante manera. José González, sueco de Goteborg pese a su nombre y apellido, ya me deslumbró hace meses y ahora directamente me alumbra. Acaba de sacar nuevo disco justo cuando otro anterior llega por agradabilísima sorpresa a mi cada vez más acogedor hogar. Cuento los pocos días que quedan para verle en directo tal y como se muestra aquí. Un par de males espantaré como mínimo.